Tras cerrar su esperpéntica relación con los Sixers el pasado sábado y cumplido el plazo de 48 horas para posibles ofertas NBA, Andrei Kirilenko regresa al CSKA Moscú. ¡Más madera para el entrenador Dimitris Itoudis!
Andrei Kirilenko cumplió 34 años la pasada semana. Tras una sólida década en los Utah Jazz (2001-11), el ala-pívot volvió al CSKA la temporada del lock-out (11-12). El equipo ruso perdió la final de la Euroliga ante el Olympiacos en Estambul con aquella canasta in extremis de Printezis (61-62).
La estrella rusa rindió a un gran nivel en aquella F4: 17+9 en el ajustado triunfo de semifinales ante el Panathinaikos (66-64) y 12+10 en la finalísima. Seguro que quitarse esa espina en Madrid es una motivación especial para Kirilenko.
Antes de hacerse oficial su fichaje por el CSKA, el jugador explicaba al diario Sport Express su situación actual. “Estoy convencido que todavía puedo jugar al nivel más alto. No es una cuestión económica, sino de motivación. En Minnesota y Utah la tuve, en Philadelphia no. Nunca entendí porque los Sixers me reclamaron: para ellos, mi operación fue tirar dinero por el desagüe”.
El 10 de diciembre salió de Brooklyn rumbo a Philadelphia. “Tras mi fichaje, los 76ers no se pusieron en contacto conmigo en dos semanas. No quisieron no que me hiciese la revisión médica; estaba claro que no iba a jugar. Por supuesto, no quise cobrar un dinero por el que no trabajaba. Y, de repente, a mediados de diciembre me reclaman para jugar, algo ya imposible. Mi presencia allí fue una mera formalidad”.
La incorporación refuerza aún más a uno de los grandes favoritos de la Euroliga. Los mimbres a disposición de Itoudis son de máximo nivel. Milos Teodosic, Nando De Colo, Aaron Jackson y Vitali Fridzon para los puestos exteriores. Sonny Weems, Kyle Hines, Andrey Vorontsevich, Demetris Nichols, Manuchar Markoishvili como versátil nómina de aleros. Sasa Kaun, como único center nato.
¡AK-47 vuelve a la carga!
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