El gran día de la final de la Euroliga llegó y el trabajo de un periodista en días así no empieza instantes antes de la final sino desde muy pronto por la mañana.
Lo primero, dar una vuelta por el hotel de concentración a palpar ánimos. Nada más llegar al hall del Eurobuilding nos encontramos a Patrick Baumann, secretario general de la FIBA. ¿Recabando apoyos para el intento de una nueva competición europea de clubes?
En la terraza, en una esquina, el capo del CSKA Andrei Vatutin, al que todavía le dura el cabreo de la derrota del viernes. Su cara es la misma que la que después tendría en el partido del tercer y cuarto puesto cuando el Fenerbahçe remontaba. Al final, del mal el menos: victoria del equipo ruso en el partido que nadie quiere jugar y él de pie aplaudiendo.
En el hotel coincidimos con una tripleta de auténtico lujo. A ver si les conocen. ¿Qué pensarán del actual CSKA?
También vemos vemos a Juan Carlos Sánchez, director de la Sección de Baloncesto del Real Madrid. Parece tranquilo pero ya saben eso de que la procesión va por dentro.
Tras dar una vuelta, ponemos rumbo al Barclays a ver la final del Adidas Next Generation Tournament que tiene como protagonistas a Real Madrid y Estrella Roja. Rodeando el pabellón nos encontramos con una curiosidad que demuestra que la Euroliga no deja nada al azar y que con el Panathinaikos y su entorno bromas y connivencias las justas.
Todas las puertas están nombradas con la palabra inglesa GATE salvo la 13 en la que aparece DOOR. ¿Por qué? Sencillo: Gate 13 es el grupo ultra del Panathinaikos y esa puerta era por la que accedían a la instalación los seguidores del Olympiacos.
Ya dentro, excepcional ambiente e iniciativa la de llevar al Palacio la final del torneo. El Madrid Junior logra su segundo título de la temporada a la espera de luchar por el tercero el próximo fin de semana: el ascenso a la Adecco Plata. Primera alegría para Florentino Pérez del día tras los quebraderos de cabeza del fútbol.
No pierde de vista al equipo derrotado el Seleccionador Serbio, Sasha Djordjevic, que posa con la portada de nuestra revista gracias a la gestión de Vladimir Stankovic. Por cierto, en la entrega de trofeos de la tarde me gustaría saber que le dijo el plavi a Luka Doncic. A ver si en pleno huracán de si un nacionalizado va a la selección balcánica le va a reclutar…
Una de las mejores ideas de la Final Four la tuvo Nacho Doria. Qué mejor que comer un típico cocido madrileño antes de los partidos de la tarde. Tras degustarlo opíparamente caminamos por la plaza de Felipe II donde la reventa aflora. Entradas en mano y bien visibles. Nos ofrecen de todos los tipos y precios. Un seguidor turco nos la vende a su precio: 120 euros en el cuarto anillo.
El director de la revista David Sardinero casi se queda fuera sin poder ver los partidos. Se le olvidó picar a la salida la acreditación y no se la reconocían a la entrada.
Solucionado el problema nos encontramos vestido de calle y en el banquillo a Milos Teodosic, otro de los grandes protagonista de la final de consolación. Unos teóricos problemas musculares le apartan del partido. Tal vez los entrenadores de su club deberían preguntarle a Djordjevic cómo conseguir que rinda en los partidos clave. Es el único técnico que lo ha conseguido. Me dicen que la clave está en el respeto que tiene al ex de Madrid y Barça.
Pocos metros detrás del banquillo del CSKA vemos a Stephane Risacher y a Viktor Sanikidze, que nos cuenta que ya está recuperado de su hombro y preparado para la vuelta a la acción.
La entrada de los VIPs está plagada de gente y de agentes haciendo contactos de cara al mercado estival. Así vemos a los representantes del EA7 Milán que seguro tienen que llevar a cabo una buena reconstrucción este verano. Las leyendas del Madrid Pedro Ferrándiz, Lolo Sainz, Emiliano, Clifford Luyk… hacen tiempo esperando volver a citarse con la historia en un par de horas.
Y tras el susto que le mete el Fenerbahçe al CSKA en la segunda mitad llega el momento de la verdad: la final. El Madrid se corona campeón de Europa 20 años después y durante el partido hay miles de detalles.
Como cuando Ayón se va al banquillo con dos faltas a 7:28 del final del primer cuarto tocándose la cabeza, los momentos en los que Llull pide calma a sus compañeros, la brutal racha de tiro de Carroll, el Rey riéndose tras los bombazos del mormón, el mal día en los tiros libres del Olympiacos, el abrazo de Pablo Laso a Chus Mateo tras el triple fallado de Lojeski que certificaba la victoria de los locales, el rifirrafe de Spanoulis con Rudy y Maciulis, la alegría desbordada de todo el Madrid quitándose lastre, el beso de Nocioni y Campazzo, la celebración de Bourousis con su familia y una bandera de Grecia… Todo se lo hemos contado en Gigantes.com por escrito y audiovisualmente y se lo contaremos en la revista del mes de junio.
Sólo me queda una duda: ¿qué le dirá Spanoulis a su cuarto hijo?
