Una actuación monumental sin premio. Sergio Llull era el alma del Real Madrid en las semifinales de la Euroliga ante el Fenerbahçe, pero su espectacular partido no servía para que los blancos consiguieran la victoria ante el conjunto turco.
El base balear valoraba la derrota tras el encuentro, afirmando que «no hemos estado a la altura, hemos jugado un mal partido, y en estas circunstancias, en un partido tan importante, el rival no perdona. Y menos el Fenerbahçe, que tiene un grandísimo equipo, juegan en casa, y han estado mejor, se lo han merecido».
Llull mantenía a los blancos con vida durante la primera mitad, anotando gran parte de los puntos de su equipo, y finalizaba el choque con unos espectaculares 28 puntos (8/15 en tiros de campo), 8 asistencias y 32 de valoración.
Una actuación a la que restaba importancia en declaraciones recogidas por las cámaras de Real Madrid TV: «Intento siempre jugar al 100%, también he cometido errores, he defendido mal… esto no es un juego individual, ganamos todos y perdemos todos, como hoy, hay que intentar levantar cabeza».
Aunque los de Laso sabían que era un «partido difícil», Llull afirmaba que la plantilla «se va con mal sabor de boca, porque de haber estado a nuestro nivel podríamos haber ganado».
El internacional español destacaba la entrega de los suyos, «por intensidad y por actitud no ha sido, el equipo se ha vaciado», pero reseñaba los errores de los blancos durante el encuentro: «Hemos regalado posesiones, nos han cogido muchos rebotes en ataque, nos hemos precipitado a veces, es un cúmulo de cosas que en partidos así el rival no perdona».
Por último, Llull recordaba que a los blancos todavía les queda un objetivo, la ACB: «Hay que levantarse, no queda otra. Esto es deporte, unas veces se gana, otras se pierde. Estamos jodidos, pero queda un reto, ganar la Liga».
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