No fue un problema de ritmo ni de querer contentar a la gente. Fue más un problema de no tener el día y de fallar. 31-28 terminó la primera mitad con un equipo de Tabak que quiso correr y jugar rápido pero enfrente tenía a un Maccabi que impedía cualquier floritura (Cook perdió dos balones subiendo la bola). 14-11 reflejaba el marcado en el minuto 12 y la igualdad no se rompió ni con un triple de Causeur (31-26, minuto 19). 8 puntos llevaba San Emeterio en el minuto 20 por 10 de Smith y el apartado más abultado del Baskonia era el de pérdidas (12), número que le impedía irse de un Maccabi ramplón pero incómodo.
Tiros al final de la posesión, balones colgados a Lampe, cambios en los bloqueos constantes… Esto se vio en la segunda mitad en la que el Caja Laboral de nuevo intentó llevar la iniciativa (47-43, minuto 30), pero la amenaza amarilla continuaba ahí. Hasta tal punto estuvo igualada la contienda, que con 62-61, se produjo un fallo de Smith de tres y el rebote ofensivo fue para el Maccabi y Logan, ex baskonista, no perdonó desde el 6.75 metros.
62-64 y 24.7 segundos por jugarse. Heurtel (que llevaba 9 puntos y 7 asistencias) se animó con un triple frontal que no entró y en el rebote Lampe no pudo agarrarlo en exclusiva y la lucha favoreció al Maccabi. Entonces, el partido estaba perdido y así fue (62-66).
“Ellos anotaron muy fácil bajo el aro y el Maccabi fue más listo que nosotros. Era un partido muy difícil en ataque porque nadie estaba cómodo. No encontramos el ritmo en ataque. Se complica la clasificación pero no ha terminado todavía el Top 16”, dijo Lampe a la ETB.
