El que fuera entrenador del CSKA de Moscú y ahora entrenador ayudante de Gregg Popovich en los San Antonio Spurs Ettore Messina ha concedido una jugosa entrevista a Sport-Express.
Y lo ha hecho tras la tercera derrota consecutiva del CSKA ante el Olympiacos en una Final Four.
“Pasé seis años maravillosos en el CSKA y estoy agradecido por la oportunidad de ser parte del club y de su historia. Estoy seguro que todos recordamos mi salida. No resultó fácil. Tras la Final Four de Milán yo era un chivo expiatorio, se vertieron un torrente de críticas hacia mi por todos lados. Así que ahora, en mi posición, sería demasiado fácil elegir una víctima y empezar a criticar. No quiero hacer eso porque tengo demasiadas conexiones con Moscú y buenos recuerdos”, dice.
Sobre la nueva debacle no culpabiliza a nadie sino que hace un análisis más profundo recordando el pasado: “La historia se repite. Cambias jugadores, entrenadores, pero el resultado después del título de 2008 es el mismo. Tal vez es el momento de dejar de buscar culpables entre los entrenadores y los jugadores. Probablemente la gestión del club debería analizar la situación desde un ángulo diferente, pensar en la filosofía de la organización y los principios que la sustentan”.
Mesina no oculta que “echo de menos el baloncesto europeo. Como he dicho antes he visto con emoción la Euroliga y la tensión competitiva es sólo superada por los playoffs de la NBA. En temporada regular hubo muchos momentos en los que anhelaba los partidos de la fase de grupos de la competición europea”.
Sin embargo, el italiano reconoce que “es una verdadera felicidad ser un miembro de la familia de los Spurs. Esta temporada hemos perdido en primera ronda ante los Clippers pero personalmente nunca he sentido vergüenza y estoy orgulloso de lo que hicimos. Creo que aceptar la derrota más noblemente es imposible. No es que los Spurs no piensen en ganar, sólo intentar mirar las cosas con perspectiva. Ellos se preocupan no sólo por los resultados a corto plazo sino por el proceso. Es una franquicia increíble que no dejo de admirar”.
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