Tampoco le faltó polémica. En los 40 segundos finales se entra con el equipo visitante venciendo por un punto, 73-74. Ataca el equipo turco mientras Messina pide tiempo muerto para preparar jugada.
Los de Obradovic juegan un dos contra dos con Zoric como protagonista que continua hacia el aro y anota la bandeja pese a que la bocina empieza a sonar aunque en el marcador está claro que quedan 11 segundos de posesión.
Los jugadores del CSKA protestan y los árbitros paran el juego. El principal Christodoulou dialoga con los auxiliares, Latisevs y el español Perea, mientras Teodosic protesta a la mesa. Después se dirige a los dos entrenadores.
El partido queda interrumpido durante casi 5 minutos entre idas y venidas, Instant Replay y demás para que al final los árbitros acaben dando por válida la canasta que pone 73-76 a los turcos.
Zeljko Obradovic no se calló en la rueda de prensa. “No creo que sea un error. Puede ser un error en 2 o 3 segundos pero no en el segundo 13. Es inaceptable para la Euroliga. Los árbitros han visto el reloj y que sonaba la bocina, por las reglas todo lo que ha sucedido en este punto del juego es una acción legal. Por lo tanto, los dos puntos fueron contados para Zoric”, dice el entrenador que más Euroligas tiene en Europa.
Esta no es la primera vez que las sospechas sobre amaños e irregularidades rodean a los árbitros rusos, en este caso oficiales de mesa, continuas en los últimos años.
