El Real Madrid no gana en Moscú desde el 17 de diciembre de 2008. La maldición sigue activa y Pablo Laso todavía no conoce el éxito en tierras moscovitas, atesorando un récord de 0-7. El CSKA dio la vuelta a un partido que se le puso muy cuesta arriba en la primera mitad y acabó celebrando con su público (60-55).
Sin Rudy Fernández ni Anthony Randolph, el Real Madrid empezó el choque dejándose guiar por Facundo Campazzo y Trey Thompkins, que llevaron la voz cantante durante el primer cuarto con 7 y 9 puntos respectivamente. Un buen inicio que fue más allá cuando Felipe Reyes anotó un triple en los primeros compases del segundo periodo y colocó a los blancos con un +12 en el marcador.
El talento de @nicolapro7 se deja notar en Moscú.pic.twitter.com/XfMnNBcbly
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El buen acierto exterior de los españoles (40% en triples al descanso) le permitió mantener las distancias con su rival antes del intermedio, aunque la ventaja se vio recortada a +7. A partir de ahí todo se fue complicando para los de Laso. El CSKA regresó del vestuario con energías renovadas y una mentalidad distinta, que le permitió aprovechar la sequía anotadora madridista durante los 5:30 primeros minutos del tercer cuarto y se puso por delante (34-33) con un triple de Mike James.
El último periodo, al que ambos equipos llegaron empatados, estuvo más bajo control moscovita que madridista y los locales llevaron la voz cantante para conseguir ganar un choque que terminaba con la racha victoriosa del Real Madrid en Euroliga (13 victorias consecutivas) con la peor marca anotadora de los blancos en Euroliga desde 2010, cuando anotó 49 puntos frente al Charleroi.
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Mike James, el mejor pese a lo negativo
Mike James fue el máximo anotador del partido con 19 puntos, pese a que, entre otras cosas, sus 7 pérdidas le condenaron a un 9 de valoración. «No he tenido mi mejor partido. He fallado muchos tiros fáciles. Hubo un momento en el que parecía que nadie iba a anotar», explicó el jugador del CSKA tras el partido. «En la segunda parte hemos dado la vuelta al partido y no hemos perdido la fe».
En la misma línea que su máxima estrella estuvo el entrenador Dimitris Itoudis. «No hemos jugado nuestro mejor baloncesto, pero las circunstancias son las que son y hay que saber adaptarse. He dado la enhorabuen a mis jugadores por lo que han trabajado para sacar el partido adelante», comentó el técnico. «Hemos sabido cambiar el chip de los dos primeros cuartos. Teníamos que buscar una manera para ganar el partido y la hemos encontrado».
Felipe Reyes entra en el club de los 3.000
Los primeros tres puntos de Felipe Reyes en el partido le llevaron a pasar la cifra de 3.000 tantos anotados en Euroliga. Una cifra al alcance de muy pocos en la historia, mediante la cual entra a formar parte de un selecto club en el que acompaña a Vassilis Spanoulis, Juan Carlos Navarro, Georgios Printezis y Paulius Jankunas. Y al que pronto se unirán dos conocidos nombres propios del baloncesto del viejo continente como Nando De Colo (2.960) y Sergio Llull (2.945).
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