Será así gracias a una canasta de Raúl López (la del 60-59 definitivo) que la perspectiva del tiempo puede convertir en mítica. Tras un último minuto demencial, con doce tiros libres y casi más puntos que en el primer cuarto completo (acabó con 8-6 mientras en los primeros diez minutos hubo un 7-8), el base de Vic hizo volar con una finta a Shaun Stonerook para anotar a continuación y sobre la bocina un lanzamiento de cuatro metros. «Para Raúl un tiro así es como una bandeja», explicaba, lacónico, Fotis Katsikaris. Desde luego lo pareció.
La canasta de un antiguo madridista (por dos veces) que todos los madridistas desearon que no entrara deja al Bilbao Basket dependiendo de sí mismo y al Real Madrid, que hizo lo que debía ganando por mucho al Unicaja (86-65), abocado a una heroicidad en Siena o rezando porque los malagueños se estrenen por fin como equipo ganador en el Top 16 (ver posibilidades matemáticas en gigantes.com)…
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