Tyrese Rice llegó y venció. El ex-jugador de Bamberg, Maccabi o Barcelona emergió como figura principal en un OAKA hasta la bandera para conseguir un partido histórico.
El esperado clásico griego de la Euroliga, el que disputan el Panathinaikos y el Olympiacos, salió partidazo. Los dos no se ven este año en la A1 griega por el descenso de los de El Pireo del pasado verano y sólo se ven en competición europea, por lo que había aun más ganas.
El encuentro se resolvió en la prórroga y cayó a favor de los locales, el PAO, por 99-93.
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Step Back!@ReseRice4 DRAINS it at the half-time buzzer 🔥#7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/WmR4PzxSUp
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El gran protagonista fue Tyrese Rice. El base americano, fichado para esta temporada por los verdes, se salió y cuajó una actuación de récord. Su mejor partido en la Euroliga y el segundo mejor de un jugador en la historia de la competición si nos atenemos sólo a puntos anotados.
Compartirá ese segundo escalón histórico de la Euroliga con Alphonso Ford, Carlton Myers, Kaspars Kambala, todos ellos lográndolo en 2001, y Bobby Brown, con una marca de 2013. Lo curioso es que sería el récord absoluto si la semana pasada no se lo hubiera apuntado Shane Larkin al anotar 49 puntazos frente al Bayern de Múnich.
Hasta 41 tantos se apuntó Tyrese Rice: 8/16 en tiros de tres, 5/ en tiros de dos y un perfecto 7/7 desde los tiros libres, todo ello en sólo 30 minutos de juego.
El Panathinaikos ya está con 8-4 de balance, lo que espoleará todavía más a Rick Pitino y su equipo, mientras que el Olympiacos se queda fuera de los ocho primeros con 5-7.