137 jugadores anunciaban al final de la temporada de la NCAA su intención de probar fortuna en el Draft de la NBA. Una apuesta no definitiva, puesto que la Liga da la oportunidad a los inscritos de tantear sus opciones hasta el 24 de mayo, fecha en la que deben tomar su decisión final: mantener su nombre en la lista de candidatos, o regresar la próxima campaña al baloncesto universitario.
De la amplia lista inicial, un total de 73 nombres optaban por la segunda opción, y permanecerán al menos un curso más en el college. Sólo 64 early entries -jugadores que se presentan antes de cerrar ciclo universitario- serán por tanto elegibles el próximo 22 de junio, a los que hay que sumar todos los internacionales y los seniors –entre los que se encuentra Sebas Saiz-. Numerosos candidatos para tan solo 60 ‘plazas’.
Entre los jugadores que regresan al college encontramos tres perlas europeas que decidían posponer su sueño de dar el salto a la NBA: Moritz Wagner, que vuelve a Michigan, Sviatoslav Mykhailiuk, que cerrará ciclo en Kansas, y Omer Yurtseven, que seguirá en NC State.
El primero, ala-pívot alemán, vivía una sobresaliente temporada sophomore en los Wolverines, con los que sumaba 12,1 puntos y 4,5 rebotes por partido, 10 tantos más que en su campaña de debut. Bendecido por Nowitzki, explotaba de manera definitiva en el March Madness, aunque seguirá su crecimiento en la NCAA.
Sviatoslav Mykhailiuk, por su parte, completará el ciclo universitario en Kansas, donde regresará para su año senior. El jugador ucraniano, en su día pretendido por el Real Madrid, ha sido segunda espada en los talentosos Jayhawks, con los que ha promediado 9,8 tantos y 3 rebotes por encuentro. Sin jugadores como Frank Mason o Josh Jackson, su protagonismo debería aumentar la próxima campaña.
El caso más particular quizás sea el de Omer Yurtseven, considerado uno de los jugadores más talentosos de su generación. Formado en el Fenerbahçe, una disputa con Obradovic forzaba su salida rumbo a Estados Unidos. El pívot turco se comprometía con NC State, y su aventura en la NCAA comenzaba con problemas de elegibilidad -provocados en parte por las palabras de su técnico-, por lo que se perdía los 9 primeros encuentros de la pasada temporada.
Debutaba con 12 puntos ante Appalachian State, pero su rendimiento en los Wolfpack ha sido intermitente, sumando 5,9 puntos y 4,4 rechaces por partido. Unos números que pese a su ‘hype’ internacional no le aseguraban una buena posición en el Draft, por lo que decidía regresar al college.
Entre los internacionales procedentes del baloncesto universitario que sí estarán en la cita como early entries encontramos nombres como el del finlandés Lauri Markkanen, candidato a lottery pick, o el griego Tyler Dorsey, ¿con el Olympiacos en la recámara?
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