La credibilidad de la NCAA sigue en entredicho tras los sucesos que azotaban la competición en la última semana y ponían el baloncesto universitario patas arriba. Un escándalo de corrupción destapado por el FBI, que implica a varios programas y entrenadores de primer nivel, como Ricky Pitino, leyenda de Louisville, agentes y algunas marcas deportivas.
Estas acciones, derivadas de los sobornos de entrenadores y asistentes a través de marcas para reclutar a estrellas para sus programas ha vuelto a poner sobre la mesa el eterno debate. ¿Deben cobrar los jugadores universitarios? ¿Debe cambiar el modelo de la NCAA? ¿Acabaría esto con el fraude en los reclutamientos? Uno de los últimos en pronunciarse ha sido una voz de sobra autorizada: Mike Krzyzewski, entrenador de Duke y ex seleccionador de Estados Unidos. Uno de los técnicos más reputados de la historia de la competición.
Coach K no tiene muy clara la solución al problema, pero si describe a la perfección la situación contextual actual del baloncesto universitario. No te pierdas su reflexión al completo, en declaraciones recogidas por la ESPN.
«El panorama del jugador de basket, desde el Middle School, al High School, college y carrera profesional, sigue cambiando. Nosotros, en el college, no hemos cambiado tanto como sí lo ha hecho este panorama. No estamos capacitados ahora mismo para gestionar esto. No tenemos un buen modelo, un que encaje con lo que sucede en el baloncesto, así que los jugadores universitarios van a tener problemas. Antes de que lleguen a nosotros ya van a ser reclutados de muchas formas. El talento se recluta todo el tiempo de varias maneras.
Y no hay progreso. No hay absolutamente ningún progreso. Hay un progreso en lo que el jugador obtiene en la universidad ahora, pero impuesto por encima de la NCAA por procesos judiciales. Que la pasada semana no fuera buena no quiere decir que todo el baloncesto universitario sea malo. Tampoco que esto tenga que ser la punta del iceberg. No estoy de acuerdo con eso. Creo que el iceberg es realmente bueno.
Nadie tiene la solución. Un grupo de personas tiene algunas ideas. ¿Cómo lo resolvemos o quién debe resolverlo? No hay un ‘quién’, hay un grupo que se hace llamar así, pero no ha resuelto nada de este tema en particular. No estamos manejando una industria de billones de dólares de la manera en la que se debería manejar. Tratamos de poner un círculo dentro de un cuadrado. Eso es el baloncesto universitario. No es un mal círculo, es uno bueno, pero no puede ser dibujado como un cuadrado».
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