Serbia se quedó a las puertas de la medalla de oro del Eurobasket. Cayó en una final competidísima ante Eslovenia y demostró que, a pesar de sus nombrosas bajas, es una selección muy competitiva. Eso sí, su entrenador, Sasha Djordjevic, puso un pero al partido: los árbitros.
«Merecíamos una oportunidad igual para competir por el oro. No lo he visto en los últimos minutos pero esto no resta crédito al triunfo de Esvelonia», admitía el técnico. «Hemos estado ahí y ha habido una gran falta en ataque a Lucic que eran dos tiros libres para nosotros».
Pese a esta crítica, Djordjevic se rendía a la campeona Eslovenia: «Merecen esta medalla. No han perdido ningún partido en el torneo y han hecho un gran baloncesto».
El seleccionador serbio, además, explicaba así su derrota: «Nos alejamos de nuestro plan de partido, lo que les ha dado muchos puntos en transición, que era una de las claves del encuentro. Han traído la velocidad de la NBA a la pista, con sus bases, pasando, y quiero felicitar a Dragic por su merecido MVP».
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