Alemania no se salva de la crisis en el baloncesto europeo pero vuelve a dar ejemplo a la hora de gestionarla.
Tras 25 años de historia, los Artland Dragons anunciaban en el día de ayer que ponían punto y final al equipo profesional que disputa la BEKO BBL.
El motivo: la imposibilidad de conseguir suficientes recursos económicos para completar un presupuesto acorde a los objetivos de un club que ha estado en la élite europea participando en la Eurocup durante muchas temporadas (rival del Herbalife Gran Canaria esta campaña).
Y antes que embarcarse en la planificación de una temporada en la que pudieran quedarse literalmente ‘colgados’, el club anunciaba ayer el cierre de su primer equipo por el que ha pasado el seleccionador alemán Chris Fleming o el ex del CAI Chad Toppert. 15 triunfos y 19 derrotas, undécima posición, ha sido su balance en esta temporada.
Así, Qüakenbruck, ciudad de 13.000 habitantes de la Baja Sajonia, se queda sin primer equipo pese a que mantendrá la cantera.
No ha sido la única noticia que ha sacudido el basket alemán esta temporada. El TBB Trier ha conseguido terminar la temporada pero los problemas financieros, con continuos impagos a sus jugadores, hacían que la Liga Alemana le sancionara con 8 puntos menos en la clasificación condenándole a la penúltima plaza y al consecuente descenso a la Segunda División. El socavon asciende a 800.000 euros.
250.000 euros cuesta una wildcard para jugar una BBL que ahora sería impar con los dos ascensos desde la PRO-A. ¿Qué decisiones tomará la Liga?
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