Georgios Bartzokas, ex del Barcelona y ahora en el Khimki ruso, se ha confesado en un blog dedicado a los entrenadores que la Euroliga promociona en su página web oficial.
Sin cortapisas el preparador griego abre su corazón y viaja a una de las etapas oscuras de su vida, cuando jugaba pero no podía mantener el ritmo por culpa de las lesiones:
«He tenido muchas como jugador. Las operaciones en las rodillas comenzaron cuando tenía 21 años. A los 28 decidí que ya tenía que retirarme porque las cirugías eran de seriedad. Y recuerdo aquello como si fuera una especia de primer funeral, fue devastador. Me cogí una depresión grande. Día a día fui concienciándome de que no podía jugar al nivel que quería por todo el dolor por el que estaba pasando»
Bartzokas vio una vía de escape en el oficio de entrenador y asegura que eso le terminó salvando la vida, siendo ahora uno de los más importantes del continente:
«Desde los 20 años he estado entrenando a chavales aunque yo siguiera jugando. Empecé en un pequeño club de Atenas y todavía sigo sintiendo esa pasión. Me lo tomo tan en serio porque amo el baloncesto, siempre ha sido lo más importante en mi vida»
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