Joan Plaza, técnico del Zenit, es un obseso del rebote ofensivo. Durante las últimas cuatro campañas en las que sus equipos han competido en Euroliga, siempre han liderado esa estadística en la competición. Algo que sucede, claro, este curso con el Zenit, que captura 12.1 rebotes ofensivos por encuentro. El técnico ofreció algunas claves sobre ese aspecto del juego, en una charla con el periodista Javi Gancedo.
«Potenciar el rebote de ataque es un prioridad, tratar de acabar nuestros ataques [errados en tiro, se entiende] con la captura, palmeo a compañero o retrasando el potencial contraataque del rival. He estudiado los rebotes mucho y todos se reduce a que no hay una mejor fórmula que la actitud para capturarlos. No obstante, tratamos de hacer algunos ejercicios que animan al rebote ofensivo, penalizando a la defensa», explicaba.
«Por ejemplo, si entrenamos un cinco contra cinco, si el equipo que ataca es capaz de tocar el balón tras el fallo… sigue atacando la siguiente posesión. Eso genera una actitud de ir fuerte al rebote y es cierto que mis equipos tienen ese deseo», valoraba el técnico español.
En su carrera Plaza ha entrenado a grandes reboteadores pero se quedaba especialmente con dos, los dos bien conocidos en la Liga Endesa: Tariq Kirksay y Felipe Reyes. El entrenador del Zenit reconoció que aún hoy tiene una pauta táctica llamada ‘Tariq’ en honor al primero. «Tuve la suerte de explicárselo a él mismo hace un par de años. Le puse ese nombre porque él tiene esa actitud y sexto sentido para los rebotes. Bastante gente tras los encuentros me pregunta por qué digo esa palabra, Tariq, tantas veces durante un partido. Y es porque cuando la digo significa que debemos atacar más el rebote. Cuando digo eso mis jugadores ya saben que deben ir más duro a por las capturas», admitía.
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El otro gran reboteador que destacaba Plaza es Reyes, lider histórico de la Euroliga en capturas. «Recuerdo decirle a Felipe que su mentalidad ahí debería ser pensar que sus compañeros iban a fallar siempre. Por supuesto lo que quieres es que tus compañeros metan los tiros pero tienes que pensar siempre que fallarán y hacer todo lo que esté en tu mano para ganar la posición y llevarte el rebote de ataque».
Plaza resumía el difícil arte del rebote ofensivo en tres pasos: precisamente asumir siempre el fallo del compañero, esperar que el rebote va al lado más lejano del aro desde donde llega y buscar esa captura por detrás del defensor, para que no pueda verte. Palabras de un auténtico maestro en el rebote de ataque.
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