Absolutamente insólito este caso de intento de burla de un control antidopaje.
D.J. Cooper ha sido sancionado dos años por la FIBA después de descubrir la treta con la que intentaba saltarse el control al que había sido sometido, de lo que informa RTV Slovenija.
El jugador en cuestión no fue el que realizó el control, sino su novia. Se trataba de un test de orina. El resultado dio negativo en sustancias prohibidas pero positivo en embarazo.
Cooper lleva desde 2013, cuando se presentó sin éxito al ‘draft’ de la NBA, haciendo carrera en Europa en clubes como el Mónaco, PAOK, Gravelines, Pau-Orthez o Panathinaikos.