Liz Cambage, la estrella australiana que actualmente posee el récord de puntos en un partido de la WNBA (53) y ha protagonizado el traspaso del verano -de las Wings a las Aces- explica en una carta muy sincera los problemas por los que está atravesando su carrera.
En The Players’ Tribune desgrana sus últimas semanas y por qué ya no oculta a nadie que tiene problemas con su salud mental. La interior del equipo de Las Vegas se sincera así:
«Mi salud mental ha afectado negativamente a la hora de hacer mi trabajo. Primero, contra las Wings; luego, contra las Mystics. Estuve de baja por ‘descanso’, pero ésta es la realidad de lo que ha pasado: es por ‘salud mental’. Hace dos semanas, por ejemplo, en el All-Star, a lo que llaman parón pero no lo es para las que están participando; había estado con la selección australiana y fui directamente a firmas y eventos ya pactados, habían venido amigos míos a verme y este año he tenido mucho en mi vida personal (mi abuela ha estado en el hospital y la relación con mi novio se ha acabado). Ha sido demasiado. Siempre he sido sincera sobre esto, no es un secreto que he tenido problemas mentales toda mi vida»
También explica que el motivo por el que pidió el traspaso fue que perdió el apoyo del entrenador Fred Williams cuando fue despedido y en la Costa Oeste de Estados Unidos podía tener más cerca a su familia, «sin lo que no hubiera seguido jugando esta liga».
La WNBA busca seguir el ejemplo de su hermana, la NBA, que desde esta temporada exigirá a las franquicias tener contratado al menos a un experto en salud mental para prevenirla.
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