Oops parece que lo podemos hacer otra. Era de prever, con todo lo que llevamos a cuestas. Los hay buenos equipos. Pero vistos todos, cuesta pensar que nos podrían. No temo al golazo de Francia en el Mundial, porque veo pizarras, ganas y estrellas.
A ver, los que son los mejores están por llegar. Esperaremos a los Gasol y Ricky. Ellos tienen otra cosa en la cabeza y dejan que la competición les llegue y les reclame. Hasta entonces, los demás ejecutan. El banquillo mete porque no es banquillo. Y el típico partido de la era Scariolo que perdemos de inicio se ha ganado de 30. Igual de morenos que siempre.
La selección es nuestra máquina favorita de generar emociones a estas alturas del año. El verano se ha ido, y se llevó la flor y nos dejó el florero. Y en esas viene el basket a crear expectativas y empezar perdiendo. Nos enfadamos y blasfemamos. Luego, cenamos ligero, también por el calor, nuestras palabras. Ya con ellos en el cajón más alto.
Eso nos lo hemos ahorrado hoy. Apenas tres minutos de desasosiego y 37 de brisa. Ricky ha tirado y no ha metido, pero nos ha colado en el partido. Sí, con eso que no veis y no queréis ver. Tyrese Rice le dio las armas rápidas.
El ventilador lo ha puesto el Chacho. En Moscú tienen que estar contentos con él y tristes en el fondo. Ellos tienen los Euros para el resto, mientras que se han jugado con Turquía el ‘Derby’ de los billetes lejanos, para todos menos para los de casa.
Sergio ha dado 10 asistencias en 14 minutos y tenía una bicicleta como la de Carlos Vives, que le llevaba a todos los lados, mientras los demás, andaban. Han anotado todos, hasta Vives, pero Guillem.
QUINTETO
Sam Van Rossom: Ha sido triste verle en junio por Valencia. Llevaba la rodilla cosida a puntos y tiras que le limitaban el movimiento. Sus compañeros -cuatro en la selección- le brindaban cada triunfo, mientras el salía andando cojo de la Fonteta. Le ha hecho 19 a Gran Bretaña, que no es para volver a ser elegido en el Draft, pero sí para volver a sentir basket.
Chacho: Su NBA le volvió a matar. Jugó mucho y demasiado al principio para acabar muerto de cansancio por las esquinas. Cayó de la gracia de sus técnicos y le tenemos de vuelta. Lo que no sabíamos es que iba a ir como un cohete, sin peso, sin pausa, amasando mucha bola y dándola el línea de gol. El basket es emoción y Sergio emociona.
Bogdan Bogdanovic: Se va a Sacramento en su momento. En abril, una lesión de tobillo parecía que le llegaba hasta la rodilla. Salió tieso, parecía muy serio. Volvió en dos semanas y vimos al jugador más dominador en Europa en los meses de mayo y junio. No fallaba de tres, no bajaba de los 20 por partido y ganó la Euroliga. Hoy, siguió sin bajar y debutó con 30.
Cedi Osman: Tiene dientes, más allá de los de leche. Es más, los tiene de mala leche. Por fin. De verdad, tiendo a enamorarme de jugadores con algo especial y a Osman se le veía, pero nunca lo acabó de sacar. Ha mostrado carácter e importancia con Perasovic en el Efes, pero no tanto como para ser un líder. Es quién parte y reparte en la Turquía de talento joven y propio contra los Euros que entran en su liga y en su Euroliga. Lástima de Shved.
Porzingis: No sé, puede ser cosa mía, pero hay veces que pienso que las canchas se quedan pequeñas, en Europa, viendo a determinados jugadores. Eso me ha pasado con el unicornio. Letonia debutaba tirando de su estrella y un plantel de selección importante. Son muchos nombres, pero aún no tienen ese nervio. KP fue reflejo, dominó pero no ofició. Eso es muy difícil contra Serbia. 18 puntos, todos de alero.
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