Ya cuenta con 35 primaveras el griego Stratos Perperoglou. Uno de los grandes aleros de la Euroliga en la última década y que ha llegó en 2018 al Estrella Roja tras una carrera en la que pasó por el Olympiakos y su viejo enemigo Panathinaikos, además del Barça o Efes Pilsen, entre otros (ganando dos Euroligas).
Ahora, en una entrevista con la web de la competición continental, ha hecho un repaso a una trayectoria que tuvo un momento muy difícil. Concretamente, en 2011, cuando unos problemas de salud estuvieron a punto de costarle la retirada: «Estaba sentado en el avión y no me levanté durante todo el vuelo, y cuando aterricé, comencé a sentir algo de dolor en la pierna derecha. Fue inmediatamente después de levantarme de mi asiento».
Una dolencia que acabó en mucho más: «Afortunadamente, al día siguiente tuvimos los exámenes físicos con el equipo nacional y le pedí al médico que revisara mi pantorrilla. Hicimos una resonancia magnética y no mostró nada, por lo que el médico dijo: «¿Por qué no revisamos las venas? Por si acaso. Así que hicimos eso, y el médico dijo: «¡Ni siquiera te muevas! Tu vena está obstruida y es una afección grave«.
«Me dieron anticoagulantes de inmediato y tuve que estar en el hospital durante aproximadamente diez días. Y debido a esos anticoagulantes, no pude jugar. Fue peligroso, ya que de haber sido ser golpeado en la cancha, hubiera tenido una hemorragia interna».
El diagnóstico, claro: «Honestamente, no sabía si iba a poder volver a jugar. Escuché historias sobre otros jugadores que tenían lo que yo tenía, y estuvo en peligro mi carrera», destacó Stratos.