El España-Australia ha sido uno de esos partidos que dentro de muchos años recordaremos. Nos acordaremos de Patty Mills, al que todavía vemos si cerramos los ojos corriendo como una centella por la pista. Nos acordaremos de un tal Nic Kay al que apenas conocíamos antes de jugar contra Australia. Nos acordaremos de Ricky Rubio, del triple que casi mete desde medio campo y de cómo ha manejado el duelo y del partidazo de Marc Gasol. De la defensa brutal de Sergio Llull, de los brazos que parecían infinitos de Víctor Claver y Rudy Fernández, de la valentía de Pau Ribas para tomar tiros cuando el equipo lo necesitaba, o de la serenidad de Sergio Scariolo en los tiempos muertos. Es lo que significa para mí un ‘partido generacional’.
Los valores que transmite este equipo son los que nos gustaría que tuviera toda nuestra sociedad. Esfuerzo, trabajo, solidaridad, compromiso, cooperación y talento, claro. Puede que menos que en otras selecciones que hemos tenido, pero talento hay y mucho, no lo olvidemos. Pero ese talento se pone al servicio del colectivo y el resultado está siendo excepcional. Un ejemplo para todos nosotros y un gran espejo al que mirarse. Han conseguido lo más importante: la confianza de todo un país. Que creamos en ellos incluso en las situaciones más adversas. Cuando vienen mal dadas y nos ponemos 10 abajo en el tercer cuarto. Sigo pensando que dudar es sano, que ayuda a ver las situaciones con otros puntos de vida, pero lo de este equipo supera ese concepto. Es imposible dudar de ellos.
Y al igual que nuestra generación recuerda las semifinales de Argentina en 2006, con un equipo que consiguió transmitirnos unos valores calcados a estos, ojalá este partido y este Mundial, pase lo que pase, sirva para que esa generación que viene después, la que hoy ha vibrado hoy en las redes sociales, en Instagram, en sus móviles, tenga este partido y lo que esté por venir como algo generacional, como algo suyo. Piensen que ya hace 13 años de eso. Muchos de los que serán los aficionados al baloncesto del futuro tendrán recuerdos borrosos de ese campeonato. Este lo están viendo en HD. Y ojalá recuerden a este equipo como nosotros recordamos al que ganó el oro en Saitama, con un cariño como el que se recuerdan aquellos días de septiembre de 2006. Porque este equipo también se lo ha ganado.
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