Muchos aficionados españoles recordarán la figura del pívot griego Efthimios Rentzias. Un 2.11 m. que militó en el Barça entre 1997 y 2002 y que terminó su carrera como jugador en Valladolid. Ahora es director general de la Liga Griega y, junto a nuestro colaborador en Grecia Giannis Stavroulakis, repasa sus años en el equipo azulgrana.
Fuiste uno de los pioneros que abrieron el camino para que la liga española se convirtiera en un destino ideal para los jugadores y entrenadores griegos en los años siguientes. ¿Cómo te recibió el Barcelona en 1997?
Rentzias: Tenía 21 años cuando dejé el PAOK para irme al Barcelona. Fue la primera vez que salí de Tesalónica para jugar baloncesto en el extranjero. No era muy común para los jugadores griegos en esa época. Por lo tanto, considero que ir a Barcelona fue la decisión más acertada de mi vida. Tuve la oportunidad de jugar en esa gran organización y vivir el «més que un club» durante cinco años… ¡Esos cinco años fueron los más hermosos de mi carrera! Y todo esto a pesar de que tuve que afrontar muchas dificultades con lesiones. En cualquier caso, el Barcelona es una organización que respeta a los deportistas. Cuando llevas esa camiseta, lo sientes. Ya sea en la cancha, en el vestuario o fuera en la calle con la gente. Puedo decir que mi paso por el Barcelona fue una parte muy importante de mi vida.
En esa época, eras campeón del mundo con la selección juvenil de Grecia y uno de los mayores talentos de Europa. ¿Sentías que tenías el mundo a tus pies antes de irte a Barcelona?
Rentzias: No, nunca pensé de esa manera… Siempre decía que mi prioridad era quedarme en el PAOK. Me había identificado con el PAOK y con Tesalónica, no había otra cosa en mi mente, aunque no había vivido otras experiencias. Luego, llegó el Barcelona y comenzó el proceso para ficharme. Había un problema con mi contrato con el PAOK, pero la gente del Barcelona fue muy clara: «Vendrás con nosotros, incluso si necesitas no jugar baloncesto durante un año. Te esperaremos el tiempo que sea necesario». Este gesto me liberó por completo. Ya no tenía dudas. El PAOK era mi gran amor, al igual que Tesalónica, pero cuando te llama el Barcelona, todo lo demás se detiene.
Al menos podemos estar de acuerdo en que viviste todo muy rápido, ¿no?
Rentzias: Eso es un hecho. Es un camino en el que no sabes ni la duración ni el destino. Puedes establecer metas, pero estas cambian día a día, año tras año… Es decir, puedes firmar un contrato por tres años y, después del primer año, pueden decirte: «Muchas gracias, adiós». Nuestra vida como jugador tiene esa peculiaridad. Comienzas un viaje y no sabes ni el camino ni el final.
¿Qué te encontraste en el Barcelona?
Rentzias: El entrenador era Manel Comas. La verdad es que tenía una muy buena relación con él, era una persona muy cálida, siempre estaba cerca de mí, hablábamos todos los días y quería ayudarme. Entre los jugadores, teníamos a Saša Đjorđević, Marcelo Nicola, Jerrod Mustaf, Roger Esteller, Andrés Jiménez, Rafa Jofresa, Quique Andreu… Navarro era muy joven en ese entonces. Luego llegó Zoran Savić. Jugamos juntos en el PAOK y luego en el Barcelona. Zoran es único. ¡Todavía me duele! Aquellos «uno contra uno» con Savić en los entrenamientos. Me duele hasta hoy (risas).
¿Cómo te recibieron allí?
Rentzias: En el Barcelona tuve la alegría y el honor de trabajar con grandes personas. Realmente. En general, en mi carrera y en los equipos en los que jugué, siempre tuve buenos compañeros. Soy muy afortunado en eso. Lo más importante es que formé relaciones de por vida. Como, por ejemplo, con Roger Esteller. Fue uno de los primeros que conocí en el Barcelona, junto con Marcelo, y pasábamos tiempo juntos. Roger me ayudó a adaptarme rápidamente al ritmo del equipo, de la ciudad y de Cataluña. Puedo decir que viví cinco años en Barcelona como un local. Lo más importante es que fui como profesional, no solo como un joven jugador talentoso.
¿Cómo eran Juan Carlos Navarro y Pau Gasol en sus primeros años?
Rentzias: Juan Carlos estaba en el Barcelona en mi primer año en el equipo. Hablamos de un joven que ya mostraba que tenía mucho baloncesto dentro de él. Era un chico muy bueno y trabajador que escuchaba a sus mayores y se integró bien con los demás jugadores. Pau llegó la siguiente temporada. Eran dos talentos enormes. No quiero centrarme solo en eso, sino en su carácter y personalidad. Provienen de muy buenas familias y tienen un carácter excelente. Son dos jugadores a los que quiero mucho y solo tengo buenos recuerdos de ellos. Son grandes deportistas, lo han demostrado con sus carreras legendarias, pero los destaco porque eran buenas personas. Nos hacíamos muchas bromas en los viajes, tenían un sentido del humor increíble y mucho respeto.
¿Cómo fue tu colaboración con Aíto García Reneses?
Rentzias: Aíto es como un profesor. Un maestro del baloncesto, una persona dedicada al deporte… Pero, sobre todo, era justo. No solo conmigo, sino con todos. Me siento realmente afortunado de haber trabajado con él. Es un entrenador que sabe sacar el máximo de sus jugadores. A algunos entrenadores los valoras más cuando ya no trabajas con ellos. No es que no valorara a Aíto cuando era su jugador, al contrario. Siempre estuvo a mi lado, especialmente en mis lesiones. En esos cinco años que trabajé con él, cambié como jugador. Cambié mi forma de pensar, la manera en que leo el juego y, en general, mi enfoque hacia el baloncesto. Creo que me aprovechó al máximo.
¿Qué significa «més que un club» para un deportista extranjero que lleva la camiseta del Barcelona?
Rentzias: Esa organización es un destino. Jugar en el Barcelona y llevar la camiseta blaugrana es un destino para un deportista. Mirando la imagen completa, hablamos de un club enorme que está conectado con la cultura de Cataluña. Aquellos cinco años en Barcelona me cambiaron como persona. Me ayudaron a avanzar, a ganar títulos y a conocer a grandes personas.
«Queremos seguir el modelo exitoso de la Liga Endesa»
En los últimos meses, has desempeñado el cargo de Director General en la liga griega (ESAKE). ¿Cuáles son tus pensamientos sobre la liga griega y los pasos que se deben dar para subir de nivel?
Rentzias: El campeonato griego siempre ha sido una liga seria y competitiva, una de las mejores ligas en Europa. Aún tenemos mucho por hacer para pasar al siguiente nivel, teniendo como modelo la ACB. Queremos seguir ese modelo exitoso. La ACB es una liga muy respetada. Si me preguntas, es el mejor campeonato en Europa. Definitivamente podemos «tomar prestadas» algunas cosas para implementarlas en Grecia. Tenemos un buen producto y queremos llevarlo más allá. Estoy contento de estar en el puesto de Director General de la liga griega, amo el baloncesto y me gusta participar en este esfuerzo por la evolución y mejora del campeonato.