Lo hicieron. Parecía imposible hace unos días, pero ellos creyeron. Insistieron en sus palabras durante todas sus declaraciones y el baloncesto les ha dado la razón. Unicaja podía hacer la machada de conquistar la Copa del Rey. La Copa de 4 equipos Euroliga. La Copa en la que no había sorpresas. La Copa que solo habían ganado una vez, en 2005, y que ahora vuelven a conquistar (80-83)
Lo hicieron en un partidazo. Una final de muchísimo nivel ante un Lenovo Tenerife que vendió cara su derrota. Ante un Marcelinho Huertas que se fue a los 21 puntos con casi 40 años y que acarició su segundo título en una semana. Pero hoy la gloria fue para el Unicaja. Una victoria de corazón, alma y baloncesto. En lo táctico, con una nueva lección de Ibon Navarro, uno de los nombres propios de la Copa. Y en pista, con una gran actuación coral.
No necesitaron héroes porque todos lo fueron en algún momento. Tyson Carter, con 16 puntos en la segunda parte; Kalinoski, que acabó con 14 y Alberto Díaz. Siempre Alberto Díaz. Incluso después de fallar dos tiros libres con 72-78, a falta de un minuto y medio, respondió con un robo de balón que acabó en canasta de Osetkowski y que prácticamente dejó la final resuelta.
Un partido en el que Unicaja fue mejor en la segunda parte. A base de acierto en el tiro exterior, más ritmo y más agresividad en el rebote acabó con las energías de un Lenovo Tenerife que jugaba su tercer partido en esta Copa del Rey en 72 horas.
Hablábamos del rebote, posiblemente el factor del juego que más se relaciona con el deseo, con el hambre y con ese punch de energía que hoy tuvo Unicaja durante más minutos. 37 rebotes para los de Ibon Navarro, 16 ofensivos, por 27 del Lenovo Tenerife y solo 3 en ataque. Dos equipos de autor, trabajados al detalle, con minuciosidad. Y Unicaja brilló. Impuso su baloncesto en el segundo tiempo, anotó 12 triples en total, pudo correr y soltarse ante los canarios.
Y lo hicieron. Remataron con una buena gestión de su ventaja y una buena toma de decisiones en los últimos minutos para conseguir una Copa del Rey en la que ellos siempre creyeron. La Copa del Rey más divertida de los últimos años ya es del Unicaja.
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