Lleva siete temporadas en el banquillo del MoraBanc Andorra, al que ha llevado desde la LEB Plata a disputar la Copa del Rey. Joan Peñarroya (Terrassa, 20 de abril de 1969) vuelve a la competición del KO, que ya ganó como jugador en 1996 con el Manresa. Charlamos con él sobre la trayectoria del equipo a poco más de una semana de que se cruce con el Real Madrid en el regreso del Andorra a una Copa 22 años después.
Gigantes.- ¿Cuál crees que es la clave de la gran primera vuelta del MoraBanc Andorra?
Peñarroya.- Evidentemente si miras los partidos, el hacer valer el Poliesportiu de Andorra como un fortín nos ha ayudado mucho. Ser tan sólido en los partidos de casa y como local nos ha dado esa posibilidad de ir a la Copa. A partir de ahí creo que el equipo con la idea que se confecciona a inicio de temporada es un equipo que pretendemos que enganche más a nuestra gente, dotarlo de más energía, pienso que a medida que avanza la competición eso se va reflejando en nuestro juego y a partir de ahí la química que se consigue dentro del grupo creo que ha sido muy importante para hacer la primera vuelta que hemos hecho y espero que sea muy importante para hacer una gran segunda vuelta también.
G.- Aunque a los entrenadores no os gusta personalizar, ¿cómo de importante para el equipo ha sido la llegada de Albicy?
P.- Teníamos claro tanto Francesc como yo, cuando decidimos seguir adelante con el proyecto juntos, que una de las claves y donde teníamos que dar un paso adelante porque no nos había ido bien era la posición de base. A Andrew lo llevábamos siguiendo un tiempo. Yo lo sufrí en Eurobasket-Sub20, en el que ganó el título y el MVP de la competición, pero estando en categorías LEB no teníamos ninguna opción de poder ficharlo. Este verano se dio la opción y en ese cambio de equipo, de dotar de energía, de ser más agresivos, de intentar jugar de forma más rápida, con más intensidad, más alegre… Andrew nos encajaba y fue el primer movimiento que hicimos. Estábamos convencidos de que lo podía hacer muy bien, estamos muy contentos de cómo lo está haciendo pero también creo que es un jugador que lo puede hacer mejor y que tiene margen de mejora, de demostrar lo buen jugador que es.
G.- ¿Cómo ves la evolución de Thanasis Antetokounmpo? ¿Puede crecer cómo jugador?
P.- Tiene que crecer todavía. Es un chico excepcional, que trabaja tremendo, que transmite, que gusta verlo jugar, que semana sí semana también tiene jugadas de highlights, es un espectáculo y la positividad que tiene tanto cuanto participa como cuando no participa. Pero al final es un chico que lleva muy poco jugando al baloncesto profesional, que prácticamente en Europa no ha estado ya que desde la Segunda División Griega donde había estado jugando 2-3 años se fue a Estados Unidos. Tiene un margen de mejora tanto a nivel táctico como técnico muy grande. Tiene la mentalidad, las ganas, a nosotros su apellido y sus jugadas tan espectaculares nos vienen muy bien pero sobre todo su ética de trabajo, cómo es como persona, la positividad que da al grupo y como jugador ha de ganar en regularidad, en conocimiento y creo que lo conseguirá.
G.- Vuelves a una Copa, torneo que ganaste como jugador en 1996 con el Manresa. ¿Qué recuerdos tienes?
P.- Grandes recuerdos, por lo que significó en aquel momento: era la sorpresa más grande que se había producido en el deporte colectivo español y me acuerdo mucho del grupo. Yo le doy mucha importancia a las trayectorias y aquel grupo que dos años después algunos de sus jugadores ganaron la Liga ya venía unos años haciendo las cosas bien, cada año siendo un rival más valorado en la competición. Tuvimos tres grandes partidos para ganar después en la final a un todopoderoso Barça que aquel año perdió la Copa del Rey con nosotros en la prórroga y la Liga Europea con el famoso tapón de Vrankovic. Mantengo una gran relación con muchos jugadores, con los americanos de la época que se habían españolizado como Harper Williams o Linton Towns, con Salva Maldonado… Un gran grupo, un gran momento. A nivel individual seguramente es el mayor éxito deportivo que he conseguido como jugador.
G.- Hablando de esta Copa, ¿pensaste lo mismo que Francesc Solana por el sorteo que os emparejaba con el Real Madrid en cuartos («vaya putada»)? ¿O después de plantar cara al equipo de Laso te planteaste: por qué no?
P.- Un poquito de todo. Cualquier rival que nos hubiera tocado hubiera sido complicado. Pero si hay actualmente un gran favorito, todo y que la Copa es la competición de las sorpresas, es el Real Madrid, es un equipo que está por encima del resto tanto por la trayectoria de las últimas temporadas como por lo que está haciendo esta, con una idea muy definida, con jugadores muy expertos, que están en un nivel de juego excelente, con un entrenador que los hace jugar y competir a las mil maravillas… Es el gran o yo me atrevería a decir único favorito de la competición. Después, pues ojalá el partido que jugamos en el Palacio nos sirva de referencia, lo que tenemos que tener claro es que vamos a ir a jugar un partido de tú a tú, un partido abierto, y en el que para competir tenemos que tener un buen día: tener acierto, estar sólidos en defensa y esperar que pongamos en dificultad al Madrid y llegar al final con opciones de competir.
G.- ¿Cómo crees que os puede afectar en lo que queda de temporada la lesión de Nacho Martín?
P.- Es un hándicap, ha sido un gran problema. Llevamos ya dos meses sin Nacho. Hemos ido más o menos ganando, nos hemos clasificado para la Copa y eso parece que ha quedado difuminado pero para nosotros era un jugador vital porque nos dotaba de la experiencia que mucho de los jugadores no tienen en la competición, el saber estar. De momento lo hemos ido trampeando bien, la incorporación de Thanasis a la posición de cuatro le ha ido bien para crecer y ganar en confianza pero si es evidente que vamos un pelín cortos y como ha manifestado el club estamos intentando encontrar algo en el mercado que nos pueda ayudar porque a día de hoy la plantilla se nos queda justa y más si tenemos algún otro contratiempo.
G.- ¿Y el llegar tras una semana de descanso?
P.- No lo sé. Estoy contento de jugar la Copa porque sino juntaríamos casi dos semanas, veintipico días sin competir. El calendario es el que es. Empezamos la competición descansando la primera jornada y lo arreglamos pese a empezar el partido 19 abajo y conseguimos levantarlo. Creo que a los jugadores y todos nos va a venir bien un par-tres de días, de cargar pilas, de descanso, no sólo para afrontar la Copa si no lo que realmente es importante para nosotros, la segunda parte de la competición, y seguir mejorando, evolucionando como equipo, jugadores individualmente y seguir haciendo las cosas bien.
G.- Llevas ya siete temporadas en Andorra. ¿Qué balance haces? ¿Te ves muchos años más allí?
P.- El balance es positivo, muy bueno. Uno llegó en Plata, casi de la mano con Francesc Solana, después de hacer los cuatro primeros años de entrenador, como yo digo de formación, en EBA en Cataluña en Olesa y Navas, y con la idea clara de evolución, de dar pasos firmes pero hacia delante y es algo que hemos conseguido año tras año, consiguiendo éxitos como los ascensos, decepciones como los casi ascensos del primer año en Plata y en Oro y en ACB creo que las cosas van más despacio, pero el club ha ido dando pasos hacia delante tanto a nivel deportivo, como a nivel social o económico y en esa idea seguimos, de dar pasos adelante, evolucionar y mejorar. A día de hoy es un proyecto que seguimos juntos en el camino y veremos qué depara el futuro.
G.- ¿Dónde se pasa peor, en la pista o en el banquillo?
P.- En el banquillo sin duda. Respeto todas las opiniones pero a mi estos entrenadores que fueron jugadores y que dicen que les gusta más entrenar que jugar no los entiendo. Tener tu el control, estar en la pista, esas sensaciones son inigualables. Como entrenador, hay más sensaciones tanto en lo bueno como en las preocupaciones pero al final los artistas son los que tienen la pelota y cuando tienes la pelota disfrutas mucho.
G.- ¿Cuesta fichar jugadores para llevarlos a Andorra?
P.- Costaba más la primera temporada en ACB, pero al final la reputación que uno se va ganando, el respeto, el conocimiento de un club como Andorra ahora nos está dando también el valor de que hace unos años la gente era muy reticente de venir y ahora ven cómo se trabaja, cómo funciona el club, cómo hablan jugadores y profesionales que han estado en el club y ahora tenemos más facilidades para llegar a ciertos jugadores que antes ni se planteaban en venir a Andorra. También nuestra economía es la que es, el club nunca estira más el brazo que la manga y dentro de nuestras características ya Francesc lleva tiempo buscando algo que nos pueda ayudar pero a día de hoy no encontramos ese jugador que nos guste. Sabiendo que Nacho no va a estar en los cuatro próximos meses hace que nos tengamos que dar algo más de prisa pero tampoco nos vamos a volver locos y lo que es seguro es que no va a venir ningún jugador de campanillas ni contrastado, que venga a añadirse a la dinámica de un grupo que funciona.
G.- Es muy pronto pero, viendo la temporada de Albicy o Shermadini ¿crees que el club o tú tenéis miedo a que dos piezas tan importantes puedan irse en verano?
P.- Cada año pierdo lo mismo: ojalá se puedan ir, no sólo ellos si no todos a clubs con más entidad y en los que puedan evolucionar tanto deportiva como económicamente. Es un objetivo que yo me marco cada inicio de temporada. Sería señal de que las cosas van bien. Ojalá reciban numerosas opciones, eso querrá decir que lo hemos hecho muy bien.
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