Acompañado por un nutrido grupo de amigos y familiares, Juan Antonio Corbalán ha llegado al ecuador de sus seis días de ‘El Camino acaba en Obradoiro’. El legendario jugador partió el pasado lunes desde Lugo para completar las últimas etapas del Camino Primitivo (más de cien kilómetros en total). La experiencia humana y recaudar fondos con fines sociales (creación de la Beca Corbalán por parte de la Fundación Heracles) dotan a este proyecto de un significado especial.
Cada día, un invitado y un tema. El lunes, con el cuerpo técnico del Río Natura Monbus capitaneado por Moncho Fernández habló de la importancia de la figura de un base. El martes, Corbalán repasó sus comienzos en el Real Madrid con su buen amigo José Luis Indio Díaz. Hoy miércoles, recuerdos de la histórica medalla de plata olímpica de Los Angeles’84 con el director general del club gallego José Luis Mateo.
Mañana, cuarta etapa junto a Rafael Silva, consejero del Obradoiro y gerente del Hospital La Rosaleda de Santiago. Medicina y estudios compaginados con del deporte, temas a abordar. La primera edición de este proyecto contó con la figura de Terry Porter; ahora, una leyenda del basket europeo. Todo perfectamente registrado para la realización de un documental.
El momento culmen será el sábado la llegada a la plaza del Obradoiro. Se cuenta con Fernando Romay, gallego de pro, para esa última etapa desde O Monte do Gozo. El año pasado se reunieron hasta 500 aficionados para concluir el Camino con el antiguo jugador de los Blazers.
Antes de comenzar esta experiencia, Corbalán explicaba su filosofía ante el Camino. “Mejor cobardes vivos que valientes muertos. No se trata de batir ningún récord, sino de vivir una experiencia transcendente y compartida. El secreto y el premio del Camino es ése”.
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