Dos datos de la derrota ante el Laboral Kutxa resumen el mal momento del CAI Zaragoza: 20 pérdidas y 2 de 22 triples. El estreno de Andreu Casadevall en el banquillo aragonés no tuvo efectos inmediatos (66-90). La valoración tras la derrota del nuevo entrenador caísta es un diagnóstico en toda regla.
“Había pedido al equipo intensidad los 40 minutos… y lo hemos cumplido 15. Hemos empezado bien en defensa, tapando espacios, corriendo, buscando situaciones fáciles, jugando con alegría… Pero a partir de su zona y vernos diez abajo, las cabezas han vuelto a pensar demasiado otra vez: hemos perdido la confianza en ataque y la concentración en defensa”.
Casadevall reconoce los síntomas, pero aún no atisba las soluciones. “El problema no viene de ahora. Cuando estás sin confianza, la mano te tiembla. No es normal que un equipo como el nuestro tenga unos porcentajes tan bajos. Pero tampoco es normal que no tengamos el atrevimiento de romper hacia dentro, generar ventajas, de ir al aro, dar un pase más… Jugamos parados”.
Preocupante balance 1-7 y próxima visita al Movistar Estudiantes, en idéntica situación. “Hemos de ser muy duros mentalmente para cambiar esto. Más que cuestiones técnicas, lo que tenemos es que hacer cosas que nos den confianza. Situaciones de éstas he pasado muchísimas y la única manera de salir es apretándonos y, sobre todo, siendo un equipo. Exigiéndonos todos. Equipo hay”.
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