A los buenos aficionados al baloncesto a buen seguro que les sonará el nombre de Carlos Peruga. El colegiado internacional alcanza una cifra mítica en la Liga Endesa: nada más y nada menos que 500 partidos dirigidos, y lo hará en todo un comienzos de playoffs, como son los cuartos de final de este viernes con el Barça-Divina Seguros Joventut. Ante todo este hito, ha pasado revista a toda una carrera en la web de la ACB.
Muchos partidos en la ACB. «Cuando comienzas, como todo llega tan rápido, sobre todo en mi caso que tenía solo 24 años cuando me dieron la noticia de que contaban conmigo para la ACB, pues evidentemente solo piensas en el momento y no piensas en el futuro».
Evolución del baloncesto. «Este año el reto anotador de la temporada se ha vuelto a superar y eso quiere decir que el baloncesto funciona. Los jugadores son más físicos, hay mucho jugador muy técnico y el juego es más rápido. El juego del baloncesto siempre está en constante desarrollo y en constante evolución. Ahora hay muchos más tiros exteriores, los contraataques son más rápidos, con el tema de las antideportivas en transiciones hemos cortado esos parones tácticos de los equipos… y nosotros como árbitros también hemos cambiado. Yo no soy el mismo del 2001».
Debut. «Me acuerdo perfectamente. Fue un Lobos Cantabria contra Cabitel Gijón. Dos equipos que además ese año descendieron. Estuve con Kiko de la Maza como árbitro principal en aquel partido. Lo primero que silbé fue cuando ya habían pasado siete minutos y pico de partido. Recuerdo una cierta tensión».
Anécdotas. «Me emociona ver a Ricard Casas con el Menorca dándonos un abrazo y agradeciendo nuestra profesionalidad, como ocurrió también el otro día con el presidente del GBC. Son momentos de mucha emoción».
Paso al arbitraje. «Era jugador en Zaragoza. Y en aquel momento se hacía un torneo interclases, y los que ya jugábamos en el equipo del colegio nos hacían ser entrenadores y árbitros. Entonces me picó el gusanillo».por casualidad, al año siguiente o a los dos años, un chico que trabajaba en la casa de mis padres y que era oficial de mesa me dijo que fuera al comité de árbitros, que había muy buen ambiente. Pasé, y me gusto».
Futuro. «Ser mejor cada día. Cada año me siento mejor y me veo mejor y más aceptado, tanto por compañeros como por equipos. El seguir disfrutando, el seguir ayudando a formar a compañeros… Esa es la meta de cada día».
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
