El FC Barcelona se llevó el triunfo en el Clásico, superando por 83-63 al Real Madrid en un encuentro que dominó desde el inicio y en el que no acabó perdiendo el control. Nikola Mirotic (20 puntos) fue el máximo anotador del partido, primer Clásico que se lleva el cuadro catalán este curso y que además provoca un triple empate en la cabeza de la Liga Endesa, entre Real Madrid, Barça y la revelación del campeonato, el Casademont Zaragoza, todos ellos con balance de 12-3 tras quince jornadas.
Las 4 claves del duelo:
Desnivelada puesta en escena
El Real Madrid solo fue capaz de anotar 5 puntos en los primeros diez minutos de partido. Los cinco fueron obra de Anthony Randolph (2/4 en tiros durante ese tramo). El registro igualaba su peor dato histórico en un Clásico. El resto de sus compañeros estuvieron en un 0/10 para un cuadro de Laso desconocido en ataque, cortocircuitado por completo por la telaraña del Barça, agresiva en primera línea (tremendo trabajo ante Campazzo, que perdió 4 balones en sus primeros siete minutos en cancha) y puntual en las ayudas cerca del aro. Los madridistas perdieron siete balones en esos diez minutos y se fueron diecisiete abajo (22-5) tras ese primer período.
Delicioso
Delaney pic.twitter.com/zQUD6UjCld
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La segunda unidad del Barça
Con plantillas tan profundas y armadas, los jugadores de banquillo suelen ser un factor importante. La rotación del Barça brilló más y de forma más puntual. Tanto Delaney (14 puntos) la primera mitad como Kuric (10) en la segunda, con Tomic (8) dando también muy buen relevo a un cargado de faltas Davies en el cinco (+17 en pista con el croata, en menos de 17 minutos). El Barça sofocó reacciones del Real Madrid con buenos tramos de secundarios aportando y el Real Madrid echó en falta algo más de desequilibrio ahí, ya que solo Thompkins (13 puntos) y ligeramente Carroll (8) dieron el suficiente aire desde el banco.
Kuric siempre aparece cuando lo necesitas pic.twitter.com/cWPKcJ6c3M
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Atasco ofensivo madridista: las pérdidas y el triple
Hay dos aspectos en los que el Real Madrid suele destacar cuando se encuentra cómodo en pista: su v0lumen de asistencias y la cantidad de triples. En el Palau, los dos registros fueron una condena. La circulación fue compleja ante un Barça muy centrado en el agobio al base rival (Campazzo y Laprovittola estuvieron muy bien controlados) y la presión al tiro exterior. Los de Laso perdieron siete balones en el primer y segundo cuarto, más otros seis en el tercero. Un total de 20 quedando diez minutos por jugar (que fueron 22 al término del duelo), una cifra insostenible para competir el triunfo en el feudo blaugrana. El tiro de tres fue otra tortura, con un 4/21 final que convirtió el ataque madridista en un suplicio.
Faros ofensivos vs día oscuro
En el Barça Nikola Mirotic (20 puntos) y Malcom Delaney (14) fueron jugadores a buscar en momentos determinados del encuentro. Mirotic sobre todo en el tercer cuarto, cuando el Real Madrid más se dejaba notar (llegó a colocarse a siete puntos), Delaney sobre todo para castigar la defensa de Laprovittola en el puesto de uno. Al Real Madrid le faltó una presencia a la que dar el balón para que generase puntos por sí mismo con cierta asiduidad. Solo Thompkins llegó a dobles dígitos, con referencias exteriores como Campazzo (4 puntos, 6 pérdidas) o Rudy (3 puntos, 1/5 en tiros de campo), muy bien defendidos.
Mirotic, again pic.twitter.com/CH7DeaMPm4
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