«Nos hemos pensado que esto iba a ser un partido de cuestiones tácticas y se nos ha olvidado que teníamos que jugar una guerra. No hemos gestionado bien la dureza». Con esta frase, Ibon Navarro describía el porqué de la derrota del ICL Manresa ante el Retabet Bilbao Basket (79-86).
Pero más allá de cuestiones técnicas, Navarro incidía también en el arbitraje. Más concretamente, en los colegiados que les tocan: «Vamos a Obradoiro y nos mandan un árbitro gallego. Vamos a Barcelona y nos mandan dos árbitros gallegos. Hoy nos traen un árbitro vasco, que ha pitado excelentemente bien y es internacional, pero de Bilbao y ningún catalán. Se podrían ahorrar que tengamos suspicacias, seguro que lo pueden hacer. Y repito, los árbitros son muy buenos árbitros. Pero son humanos, ya lo habéis visto en la Copa del Rey, se equivocan».
Poco antes, Navarro daba pie a una intervención de sus superiores en la entidad: «Ya veis lo difícil que es pitar, habéis visto la copa del Rey. Y designar también. Pero que hable el club de esto, estoy cansado. Yo hablo en la cancha y pitar es muy difícil. Yo hablo con ellos en la cancha y fuera tengo un club que se intenta hacer respetar y lo va a hacer».
Y el director deportivo del ICL Manresa, Pere Romero, salía a la palestra: «No hablamos de errores, hablamos de criterios, de lo que sucede a un lado y a otro. Nos dan muy a menudo la razón. Hoy ha habido dos situaciones de pasos, que nos cuestan técnicas, en el momento más importante del partido».
«No dudamos de la honestidad de los árbitros pero si creemos que no se nos están respetando», añadía Romero en su denuncia. «Actualmente es muy fácil pitar al Manresa. Esto no es buscar una excusa por los resultados ni por el trabajo del director deportivo, primer responsable de como está el equipo. Pero hay gente preocupada por el arbitraje, y que no crea que el club no trabaja. El club trabaja, intenta hacer las quejas formales de cada lunes».
«Parece que si no dices algo públicamente el respeto es cero. Vuelvo a insistir: no creemos que esté hecho con mala fe, pero sí que es un momento en el que es muy fácil pitar al último de la Liga y al que le cuesta jugar», concluía.
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