Última jornada de infarto en la ACB. Como la pasada temporada, el ICL Manresa se juega la salvación en los 40 minutos finales. Será en la pista del cuarto clasificado, el Laboral Kutxa. Un partido especial para el técnico manresano, Ibon Navarro, formado en el Baskonia, pasando por todas las categorías hasta llegar a dirigir al primer equipo.
Pero Navarro aparca sentimentalismos y se centra en su equipo. Reconoce la difícil semana que ha pasado su equipo tras la derrota en casa ante el RETAbet GBC.es: «Esta semana hemos tenido que resucitar un cadáver; lunes y martes estuvimos muy mal, y después hemos ido cambiando la cara. Hace un par de días que ya estamos bien, pero hemos dado muchas vueltas al partido del domingo y como gestionamos la información [cuando se conoció la derrota del Barça en la pista del Estudiantes, el ICL se dejó perder todo la ventaja], a pesar de saber que, con lo que nos jugamos, cuanto antes nos pusiéramos a pensar en Vitoria, mejor».
En declaraciones recogidas por L’Esportiu, Navarro compara la situación de este año con la del anterior, en la que el Manresa se salvó en la última jornada ganando en la pista del Madrid: «Hemos estado fuera de los puestos de descenso las 33 jornadas, no somos los que venimos de abajo. Además, el Madrid estaba de resaca y el Baskonia ya la ha pasado».
Por último, Ibon también destaca el esfuerzo de los aficionados del ICL Manresa por apoyar al equipo en el Buesa Arena: «Después de lo que pasó contra el Gipuzkoa, que 150 personas suban a un autobús a las cinco de la mañana para estar en Vitoria me deja sin palabras. No sé cómo agradecerlo. Esta sí que es una buena presión para nosotros. Espero que no estén muy arriba en la grada y que los podamos oír».
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