Un mate tras rebote ofensivo. Un mate después de hacer volar a su defensor con una finta en la cabeza de la pintura. Un mate en contraataque. Un alley oop. Un tiro de seis metros. Un triple. En apenas 5 minutos de tercer cuarto Salah Mejri, de cuyas posibilidades ya habíamos avisado en Gigantes del basket (nº 1.403), confirmaba todo lo bueno que apuntaba este verano. Una coordinación tremenda para un 2.17, bien acompañada por fundamentos y hambre. Tiene muchos números para ser el jugador revelación de esta Liga Endesa.
Pero el Blu:sens necesitó más para derrotar a un Fuenlabrada que en casa siempre da la cara. La solidez de Kendall (9 puntos, 8 rebotes), el oportunismo de Dewar -13 puntos sin fallo- y la muñeca letal de Alberto Corbacho (24 tantos, con 5 triples), excelso durante toda la mañana.
El Obra arrancó mucho más concentrado, sin cometer demasiados errores y eligiendo buenas opciones en ataque. El equipo local, por el contrario, mucho más desordenado, tomando tiros precipitados, mal seleccionados, y sufriendo en los emparejamientos defensivos y en el rebote (5 capturas ofensivas del equipo gallego en el primer cuarto).
El tunecino Mejri creaba discordia por dentro, provocando una rotación interior completa, mientras Corbacho, el mejor lanzador de libres de la 11-12 (con un 94%), aprovechó un buen pase abierto de Kendall y una técnica a Chuck Garcia para lanzar a su equipo, que manejó hasta 9 tantos de renta en el primer cuarto (14-23).
El Fuenla reaccionó con sus dos bases en pista y consiguió nivelar tras un robo en media cancha de Feldeine (30-30). El neoyorquino le dio al Fuenla la iniciativa, efímera, con 6 tantos seguidos (36-35), antes de que Corbacho volviera a coger su fusil.
El alero mallorquín todavía tendría tiempo de clavar dos triples y otros tres tiros libres para 16 puntos antes del descanso (43-46).
La segunda parte quedó marcada por la exhibición de Mejri, que volvió a darle aire su equipo (52-60) con 13 puntos casi consecutivos.
El Fuenla siguió peleando impulsado por las ganas de James Feldeine (18 puntos, aunque con malos porcentajes), pero unas veces el tiro exterior y otras la amenaza de Mejri y Kendall por dentro, les mantenían a raya.
El partido se rompió definitivamente con una falta más técnica a Mainoldi con 1:48 por jugar, que el Obra aprovechó para tomar una ventaja de 7 puntos (69-76) irremontable.
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