Situación surrealista la que vivía el UCAM Murcia en su penúltimo partido de pretemporada. El rival, el Guaros de Lara venezolano, de gira por nuestro país para preparar la Copa Intercontinental que disputa el próximo domingo. Estuvieron presentes en el Circuito Movistar de Granada el pasado fin de semana, y antes de medirse al Canarias jugarán también ante el Estudiantes el jueves 21 en el Polideportivo Magariños.
Allí llegarán con mal sabor de boca, tras lo acontecido en el duelo ante el conjunto pimentonero, que se suspendía con 69-44 para los de Ibon Navarro en el tercer cuarto. La razón, «una agresión por la espalda y a la cara a Lukovic de un contrincante», según ha relatado el UCAM Murcia a través de su cuenta oficial de Twitter, donde han informado al minuto de lo acontecido.
Tras la agresión, trifulca, con ambos banquillos implicados y saltando a la pista. Los colegiados deciden expulsar a los reservas de ambos equipos, por lo que el choque se convierte en un 5 contra 5, sin suplentes. En esa tesitura, el conjunto de Venezuela abandona la pista para protegerse de posibles lesiones, por lo que el choque concluye antes de tiempo con el marcador mencionado.
Sin embargo, para premiar a la afición presente en San Javier, el UCAM Murcia decidía permanecer en la pista y cerrar su partido de manera particular: con una pachanga entre sus propios jugadores. Uno de los equipos era entrenado por Ibón Navarro, y el otro por su segundo, Pepe Rodríguez. El resultado, 18-17 para los pimentoneros, que tenían todas las de ganar. Al menos se tomaban con humor una situación poco agradable.
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