Las declaraciones de Dragan Milosavljevic, asegurando que el Unicaja iba a sancionar a sus jugadores si acudían a la llamada de las selecciones durante las ventanas FIBA, desataron la polémica y obligaron al club a desmentirlo preguntado por el portal serbio Mozzart Sport.
«No hemos dado luz verde a los tres serbios ni al resto de jugadores para jugar con sus selecciones, pero les damos la oportunidad de decidir por ellos mismos qué quieren», asegura un portavoz del club al citado medio. «Y lo más importante, el club no sancionará o castigará a aquellos que elijan defender los colores de sus países».
En el caso de los serbios, su selección juega el 24 de noviembre contra Austria, el mismo día que el Unicaja recibe al CSKA en Málaga. Pero el club dice que pueden jugar el segundo.
El Unicaja considera «absurda» la posibilidad de sancionar a sus jugadores, algo que, además, no puede hacer legalmente. En su comunicación con Mozzart Sport, el club asegura que nadie quiere estar en esta situación y que entiende que hay jugadores que no quieren decepcionar ni a su país ni a su club.
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