El Unicaja ha regresado a los entrenamientos para intentar completar la temporada de la Liga Endesa, parada hasta el momento por la pandemia de coronavirus que ha afectado al mundo entero durante más de dos meses. El club malagueño lo ha hecho con una incorporación: Francis Alonso, que pertenecía a su disciplina pero estaba cedido.
Alonso ha pasado por varios equipos en el plazo de un año. Regresó de su estancia en la NCAA, donde jugaba para los Spartans de UNCG y con los que alcanzó la March Madness de 2018. Lo recuperó para comenzar ya una carrera profesional el equipo de su tierra, el Unicaja, que firmó un contrato tanto a él como a Rubén Guerrero (con un caso similar) en 2019. Se decidió entonces que el jugador, a sus 23 años, empezara en un equipo en el que pudiera tener minutos y no en uno con tanta competencia como el suyo, por lo que se le buscó una cesión. Montakit Fuenlabrada fue el equipo elegido para que Francis Alonso empezara en la Liga Endesa, aunque su experiencia fue poco positiva en cuanto a desarrollo como jugador: 1,5 puntos en 5,5 minutos de media tras sólo cuatro partidos. Las lesiones y la falta de confianza de los técnicos le había llevado a ser casi invisible en el conjunto madrileño, por lo que el Unicaja interfirió para buscarle otro destino deshaciendo el acuerdo con el Fuenla. Y bajar un escalón fue la mejor opción para coger impulso; se fue a la LEB Oro a jugar con LiberBank Oviedo, con el que ya consiguió un partidazo de 31+7+5 nada más llegar (aunque sólo jugó 3 encuentros).
Se espera que Alonso permanezca en la plantilla del Unicaja hasta que termine esta temporada, tras lo cual se reevaluará su situación para intentar que siga progresando.