Gelabale estaba muy contento en su presentación hoy en la Fonteta. Lo mejor de todo es que sabe cuál va a ser su misión hasta el final de la temporada: «Perasovic me ha pedido que sea yo, que sea agresivo, que juegue con experiencia y que ayude al equipo a ganar partidos. Que sea yo, que juegue para el equipo, no sea egoísta y que juegue para el equipo».
¿Qué implica su fichaje? Según Vicente Solá, presidente del club, no habrá cambios sustanciales: «La incorporación no significa ninguna salida. En el mundo del deporte caben muchas posibilidades pero en el equipo en este instante hay que descartar jugadores porque hay que cumplimentar la normativa vigente. No se plantea la marcha de ningún jugador. Queremos que el entrenador pueda contar con los que en cada momento mejor se encuentren en forma física y mejor se adapten a lo que plantee el entrenador. No podemos decir otra cosa. Lo que pueda ocurrir en el futuro no se sabe. Ojalá no hubiera ni tan siquiera lesionados pero esto va anexo a esta profesión de baloncesto en un alto nivel«. Precisamente, Faverani y Lishchuk están lesionados en la actualidad y Ribas tiene un esguince cervical.
Además, el pívot francés Lauvergne tiene un contrato de un mes. ¿Renovará? Depende de Lishchuk. «Quedan aún dos partidos. Tenemos que ver si Serhiy Lishchuk reacciona bien a partir del lunes cuando empiece a entrenar con el equipo. En ese caso, Joffrey Lauvergne terminará contrato el día 30 de diciembre», apuntó el director general, Francisco Raga.