El BAXI Manresa logró el pasado domingo, en Lugo, la permanencia en la Liga Endesa. Una canasta de Devin Robinson puso fin a varias semanas de sufrimiento, de hacer cuentas, de mirar siempre de reojo a los rivales. El cuadro catalán certificó su continuidad en la máxima categoría del baloncesto español tras un curso irregular, con muchos cambios en la plantilla, con lesiones y meses de zozobra. Y eso que su camino continental en la Basketball Champions League fue notable, acercándose de nuevo al hito de jugar una Final Four.
Tras un verano con pérdidas importantes (Bako, Moneke, Thomasson, Francisco…), los de Pedro Martínez coquetearon demasiado con el descenso. Vivieron en el alambre durante muchas jornadas. Pero vivirán el último partido del curso ante su gente con la tranquilidad de seguir en ACB.
Pedro Martínez destacó el corazón de su plantilla en la rueda de prensa posterior al triunfo ante el Breogán:
«Aunque tu te centras en ti y en ganar, está claro que lo que hacen los otros equipos te afecta mentalmente. El corazón de los jugadores, no solamente hoy, también todo el año, nos ha permitido ganar y ahorrarnos un sufrimiento para la última jornada. El equipo está muy contento. Hemos salvado la temporada, que en algún momento del año parecía que no lo íbamos a conseguir».
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