Marcelinho Huertas ha sido presentado como nuevo jugador del Baskonia, club al que vuelve seis años después para abrir una nueva etapa firmando por dos temporadas.
El base reconoce que “han cambiado muchas caras, algunas son las mismas pero creo que la ambición y las aspiraciones del club son las mismas siempre. Independientemente del financiero que tuvo o tiene siempre lucha por ganar todas las competiciones independientemente del equipo que monte y es lo que hace de este club un club grande y diferenciado en este aspecto”.
Huertas ha explicado cómo se fraguó su fichaje por el Baskonia: “Estuve en contacto con Málaga hasta que en su momento Pablo entró en contacto conmigo y dijo que esperara. Esto me ha llamado mucho la atención porque le he admirado mucho como jugador, antes mismo de venir al Baskonia, y parece que desde que he venido Pablo ha estado siempre en mi historia. Cuando hablé con él, una decisión que podría estar cerca de ser tomada ha cambiado radicalmente. A partir de ese momento tuve que tener calma, paciencia y saber valorar lo que era la mejor opción para mi. Han sido un par de semanas de muchas conversaciones y al final Pablo ha tenido mucho, mucho peso para que esté yo aquí hoy”.
¿Qué le ha pedido Prigioni? “Intentaré ser la voz de Pablo dentro del campo. Quiere que sea el líder y el cerebro del equipo cuando esté en el campo. Ayudar a la gente más joven y en el vestuario”, dice.
Sobre el Marcelinho que retorna a Vitoria reconoce que “la esencia es la misma, soy el mismo jugador. Algo más de años pero físicamente creo que me encuentro incluso mejor que cuando estuve aquí. Los dos años con Dusko estaba en una edad mejor pero físicamente tenia muchas molestias en la rodilla. Hoy seis años después estoy completamente sano. Y eso cuenta mucho. Sigo siendo el mismo jugador con el mismo estilo, intentaré ser la voz de Pablo en el campo. Es un jugador que tiene un estilo parecido al mío de jugar y de pensar y de conducir al equipo. El hecho de haber jugado de la misma forma que yo me conviene mucho”.
El último título del Baskonia llegó con el brasileño: la Liga de 2010. “Tenemos que querer y creer. Siempre he aspirado a lo máximo. Haré lo posible y lo imposible para que el equipo pueda luchar por títulos”, concluye.
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