No corrieron la misma suerte Velimir Perasovic y Roberto González. El primero llegó a paladear el triunfo en Zaragoza, mostrando su Valencia una actitud muy positiva en los minutos centrales del partido (parcial 3-15 antes del descanso para compensar un mal inicio). Luego se desplomaron, mandíbula de cristal, incapaces de agarrarse a la pista. Bastó el primer golpe serio del serio CAI (un mate de Hettsheimer para 58-56 a 3 minutos del final; la primera ventaja de la segunda parte) para dejarles sin respuesta. Inquietante.
Lo del Blancos de Rueda fue también remar para morir en la orilla. Llevó al Lagun Aro al cuerpo a cuerpo final (58-56 a 4 minutos), pero allí la mayor seguridad de los donostiarras fue un factor insalvable (71-62). Su cuenta nueva se inicia en rojo. Pasemos a los borrones.
Enemigos íntimos
Llegan los meses decisivos de la temporada y al Real Madrid le entran las dudas. La que ha liado el Montepaschi… El segundo Madrid-Bilbao de la semana acabó con la imbatibilidad blanca en su pabellón en esta Liga Endesa (90-93) y confirma a los hombres de negro como la kriptonita particular de los merengues, con K de Katsikaris. No pudieron frenar a un gran Sergio Llull, pero su intensidad, actividad atrás y buenos relevos desde el banquillo resultaron decisivos –porque el Madrid no pudo igualar tales virtudes– para decidir un buen partido de baloncesto con muchas alternativas…
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