El Barça Lassa tiene muy complicado disputar los cuartos de final de los playoffs de Liga Endesa con factor cancha a favor. El conjunto blaugrana, sexto en la clasificación a falta de un partido con un balance de 21 triunfos y 10 derrotas, caía en la penúltima jornada ante el Iberostar Tenerife en un duelo directo por la tercera posición.
Los de Bartzokas necesitan un milagro en la última jornada de ACB para ser terceros: vencer en la pista del Obradoiro, y que Baskonia y Canarias no ganen sus respectivos compromisos: ambos como locales ante el Montakit Fuenlabrada y el descendido ICL Manresa respectivamente.
Para ser cuarto, el Barça necesita una carambola mayor: ganar su partido, que también lo gane el Baskonia y pierda el Iberostar Tenerife. O bien, de ganar el conjunto de Txus Vidorreta, que pierdan el Baskonia y el Unicaja. Es complicado hasta entenderlo.
Una tesitura que complica a los de Bartzokas su lucha por el título, aunque el técnico culé invitaba a los suyos tras el tropiezo ante el Iberostar Tenerife, a «seguir trabajando a pesar de los problemas». El entrenador griego afirmaba que «tenemos que confiar en que los jugadores experimentados nos ayuden en esta recta final. No creo que la derrota sea una llamada de atención, nos debe servir para hacerlo mejor lo que queda de temporada».
Bartzokas definía el partido como «muy físico», en el que «los árbitros han tenido un criterio diferente». Para el técnico del Barça su equipo tenía «una mala noche, con jugadores rindiendo por debajo de su nivel. No hemos estado preparados para un partido con contacto, pero hay que levantarse. Llegaremos tan lejos como podamos con esta plantilla».
«Tenemos que intentar mantener el equipo unido y conseguir que llegue bien preparado tácticamente, mental y físicamente a los partidos decisivos. Los jugadores han luchado, pero no han sabido gestionar bien el partido», concluía el entrenador en sus declaraciones en rueda de prensa recogidas por el Sport.
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