Nik Caner-Medley ha hecho carrera en Europa, teniendo dos etapas en el que él considera el club en el que mejor y más importante se ha sentido: el Estudiantes. Pero no todo ha sido de color de rosa en la trayectoria deportiva del ala-pívot de ahora 35 años.
Caner-Medley explica algunos de los problemas que tuvo cuando empezaba en el baloncesto en una entrevista en EuroBasket:
«No juego a videojuegos ni nada de eso, suelo leer e informarme sobre líderes económicos y cómo consiguieron serlo. Mis padres son profesores: una es consejera escolar y el otro es profesor de Economía. Ambos me han lanzado a construirme un carácter propio y a retarme a mí mismo»
«Cuando tenía 24 años, estaba sin blanca. No tenía dinero. El equipo del que procedía me debía dinero y me había gastado lo que gané los dos primeros años en cosas inútiles: vacaciones, ropa de diseño, derroche, etc. Creo que muchos jugadores han experimentado algo parecido alguna vez, esperando al siguiente cheque del banco pero sin tener dinero en la cuenta. Me daba vergüenza, no se lo contaba ni a mis padres ni a mis amigos. Aquello fue un llamada de atención»
«Ahí empecé a pensar en mí. Me cree un historial con 25 años gracias a que mi padre me recomendó que partiera los cheques en tres partes: una para pagar las facturas, otra para invertir o ahorrar y otra para vivir la vida. La clave para mí fue informarme, leer y educarme. Recomiendo el libro ‘Rich dad, poor dad’ para dar esos primeros pasos»
Durante la entrevista Caner-Medley destaca a Pablo Laso como uno de los mejores entrenadores de Europa, asegura que el Estudiantes es el club que le ayudó a impulsar su carrera y destaca a Larry Lewis, Tyrone Ellis, Sitapha Savané o Jim Moran como veteranos que le han ayudado a comportarse como un profesional durante sus estancias en España.
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