Sin tiempo para lamentarse mucho, apenas tres días después de la eliminación europea en manos del Lokomotiv Kuban, el Barça debía afrontar un partido de Liga Endesa aplazado, ante el Laboral Kutxa. Y lo resolvía con solvencia, 89-68, afianzando el liderato (una victoria sobre el Valencia y dos sobre el Madrid).
«Necesitábamos una victoria así. Ha sido una semana dura tras la decepción de caer en Euroliga en cuartos. Teníamos que jugar bien ante un rival directo, son cuartos en la clasificación», admitía nada más acabar Tomas Satoransky, el MVP del encuentro con 27 de valoración.
«Hemos hecho un partido completo, en defensa y en ataque. Nos ha ganado tres veces, así que un extra de motivación para nosotros», añadía el base checo, autor de 16 puntos y 5 asistencias.
Satoransky metía la mitad de sus puntos en el primer cuarto: arranque demoledor del Barça para abrir un hueco que ya sería definitivo (17-6).
El Baskonia trataba de reaccionar antes del descanso (37-30), pero a la vuelta de vestuarios encajaba un parcial de 7-0 que le acababa de romper. Y con Samuels muy inspirado, autor de 14 puntos, la diferencia se disparaba.
De poco le servían al Baskonia los 18 puntos de Bourousis o los 10 de Ilimane Diop (además de 9 rebotes). Tanto Mike James como Darius Adams acababan con 13 puntos, pero no era la tarde de los bases baskonistas.
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