La visita del Valencia Basket al Baskonia ha pasado factura al conjunto taronja más allá de la derrota por 71-63, amortiguada por haber salvado el basket average: la pérdida por lesión de Guillem Vives, con un esguince en el tobillo izquierdo.
El base catalán se lesionaba cuando apenas había jugado 2 minutos y 19 segundos. Y su entrenador, después del partido, ya aseguraba que no estaría disponible para recibir al Khimki en el tercero y decisivo partido de cuarto de la Eurocup.
«Guillem Vives el miércoles no juega seguro», declaraba tajante Pedro Martínez. «Es un esguince en el tobillo izquierdo, lo tiene muy hinchado y es absolutamente imposible que pueda recuperarse en tres días».
Su baja se suma a la del francés Antoine Diot, lo que deja a Pedro Martínez con un solo base puro: el belga Sam Van Rossom. Un contratiempo importante por la composición de la plantilla.
«Aunque los jugadores que lo han hecho lo han hecho correctamente, es sacarles de su posición y es algo que no tenemos ni entrenado», admitía Pedro Martínez sobre los minutos jugados en Vitoria sin director de juego. «Somos un equipo con tres bases y en principio no necesitamos que nuestros escoltas o aleros jueguen en esa posición».