Corría el 30 de marzo de 1930 cuando un grupo de grupo de chavales fundó la Penya Spirit of Badalona, una peña recreativa que se reunía en un garaje y que realizaba actividades como excursiones en bicicleta y a partidos de fútbol. Con el tiempo, aquella especie de asociación que homenajeaba el viaje de Charles Lindbergh en el Spirit of St. Louis, y producto del paso de la Guerra Civil Española, en 1939 el grupo cambió su nombre al de Joventut de Badalona y se centró en el baloncesto, inscribiéndose en la Federación Catalana de Baloncesto. Hoy en día, 90 años después de su nacimiento, estamos ante uno de los equipos que nunca ha dejado la élite del baloncesto de nuestro país, junto a Estudiantes y Real Madrid.
Avui estem de aniversari. 90 anys de @Penya1930 Gracies a tota la gent que ha fet possible aquesta increible història. Desde aquells 6 nois que ho van fundar, fins tota la gent que hi ha contribuït, socis, directius, jugadors, entrenadors. Felicitats a tots. 💚🖤💚 pic.twitter.com/lDka4ltHbV
— Jordi Villacampa (@villacampa8) March 30, 2020
Pese a que no queda con vida ninguno de sus seis fundadores, Joaquim Massot, el último en dejarnos en 2008, aprovechó la celebración del 75 aniversario del club para hacer hincapié en los inicios de la Penya. «En aquella época se estilaba la formación de peñas y al poco tiempo éramos ya 50 socios. De excursiones en bicicleta sólo hicimos una porque lo que se impuso rápidamente fue el fútbol», comentaba en una entrevista para El Mundo Deportivo.
Tuvo que ser el padre Eusebio Millán , considerado como el introductor del baloncesto en España, quien diera el empujón necesario al Joventut Badalona para unir lazos con el deporte de la canasta. Una serie de torneos de basket entre peñas catalanas llevó a los chicos del Joventut a arreglar un campo de baloncesto en 1939, dejándolo listo para la práctica de este deporte y… hasta hoy.
Juan Antonio Morales, actual presidente del club, aprovechó una entrevista con El Periódico para hacer memoria. Después de ocho años como jugador del Joventut y ahora desde los despachos, le cuesta quedarse con una sola imagen de la historia del equipo. «Los recuerdos son innumerables. Pero como jugador me quedaría con la Korac contra el Scavolini, que fue el primer título grande de aquel equipo que luego ganó la Euroliga. Como aficionado, en cómo jugaba aquel equipo de Aíto con Ricky, Rudy y Ribas que ganó la Uleb. Y como presidente, el triunfo frente al Fuenlabrada en la temporada 2017/18 para certificar la salvación. No sé qué habría pasado si hubiéramos descendido».
Durante los años 40, el Joventut Badalona empezó a participar en competiciones catalanas y nacionales. Era el único club con pista propia y el número de jugadores de calidad que fueron llegando al equipo le convirtieron en todo un referente en nuestro país, hasta el punto de que por aquella época surgió la posibilidad de convertirse en una sección del FC Barcelona, pero se desestimó la idea y se prefirió seguir con una identidad propia, que a día de hoy todavía prevalece en el espíritu de la Penya: un club de cantera y valores arraigado a Badalona.
Los años fueron pasando y el Joventut de Badalona se instaló en la máxima competición baloncestística de nuestro país como un clásico que en la actualidad puede presumir de cuatro títulos de liga y, sobre todo, un título de campeón de Europa en Tel Aviv en 1994. Además, en sus vitrinas descansan también ocho trofeos de la Copa del Rey, dos de la Copa Korac, uno de la Eurocup, uno de la FIBA EuroChallenge, dos de la Supercopa de España y tres de la Copa del Príncipe.
Foto: Penya.com
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
