Pese a que Antoine Wright luciese el número 21 en la mayoría de sus equipos, su nombre y el número 19 irán siempre de la mano.
El 12 de octubre de 2011 y tras una notable actuación en su debut con el Movistar Estudiantes (22 puntos y 25 de valoración ante Valencia), Wright firmaría ante el Barça una actuación que sigue siendo histórica en la Liga Endesa. Firmó un -19 de valoración con 0/7 en tiros de 2, 0/3 en triples, 0/2 en tiros libres, 0 rebotes, 0 asistencias, 5 pérdidas y 5 faltas cometidas. Todo ello aderezado con un +/- de -35 en 25 minutos de juego. Irrepetible.
Wright contaba con 27 años en aquel momento y había tenido diversas oportunidades NBA durante su carrera. Después de haber sido elegido en el puesto 15º del Draft por los Nets, jugó con ellos 2 temporadas y media antes de pasar por Mavericks, Raptors y Kings. Su primera parada fuera de Estados Unidos fueron los Jiangsu Dragons y luego llegó el Estudiantes.
¿Qué pasó después?
Unos meses después de su -19, Wright terminaría cortado por el conjunto colegial tras disputar solo 14 jornadas de Liga Endesa. Tres meses después reaparecería con un equipo de la G-League para disputar 10 encuentros con buen resultado y el Guaiaqueries de Venezuela le contrataría para finalizar el año con ellos. La temporada siguiente probaría en la Summer League con los Clippers y estaría 19 encuentros en la G-League, pero de nuevo volvería a poner rumbo a Venezuela donde jugaría apenas 4 partidos.
Después de aquella temporada 12/13 las puertas de la NBA y la G-League quedaron cerradas para él y sus destinos se volverían más exóticos. En la 13/14 jugó con el GreenTops Netanya de Israel, en la 14/15 con los Halcones UV Xalapa de la liga mexicana y en la 15/16 pasaría por los Rain or Shine Elasto Painters de Filipinas (solo 3 partidos) antes de terminar de nuevo en México jugando para los Zonkeys de Tijuana. Sería su último equipo.
El fiasco de la AmeriLeague en 2015
Dos años después de haber estado por última vez en las filas de un equipo de Estados Unidos, Antoine Wright fue uno de los nombres elegidos en 2015 para formar parte de una nueva competición de baloncesto en el país. La idea era competir con la G-League ofreciendo contratos más altos (y millonarios) para veteranos de la liga. Jugadores como Josh Selby, Terrence Williams, Dajuan Wagner, David Harrison, Antoine Wright, Royce White, Al Thornton o Joe Crawford se habían comprometido con estos equipos… hasta que se destapó que todo era un fraude.
El CEO de aquella competición era una persona ficticia llamada «Cerruti Brown» que resulto ser un estafador con ciertos antecedentes. La competición quedó en nada y los jugadores tuvieron que buscarse nuevos destinos.
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