El 25 de noviembre de 2007 pudimos ver la mejor actuación en la ACB de uno de los mejores jugadores españoles de la historia, Ricky Rubio. Aquella Penya arrastró un sentimiento especial, eran jugadores como Jan Jagla, Lubos Barton, Jerome Moiso o Demond Mallet los que acompañaban a Rudy y Ricky, un compacto muy bien trabajado aquel de Badalona. Ese día, precisamente, Fernández y Rubio fueron de la mano, juntos e indivisibles en la holgada victoria de DKV Joventut ante Akasvayu Girona.
Los dos jugadores españoles, criados ambos en la cantera verdinegra, anotaron 25 puntos cada uno en este partido. Dos clásicos del baloncesto español contra otros dos, Marc Gasol y Fernando San Emeterio, en un encuentro con el Pabellón Olímpico de testigo que resolvió con bastante facilidad el equipo local: 92-73.
Ese día Ricky Rubio, que había debutado con 14 años, todavía era menor de edad. Firmó 34 créditos de valoración en el que es una de sus más bellas estampas como jugador. Momentos mágicos en el Joventut los que ofreció este joven de El Masnou que luego haría carrera en la NBA o sería MVP de un Mundial con España. Liderazgo y calidad.