Después de varios meses en silencio desde su salida del Barça, Roger Grimau ha comenzado a hablar de su salida del club y de cómo fue su experiencia durante la temporada que estuvo al mando del banquillo azulgrana.
En una entrevista con La Vanguardia, Grimau ha vuelto a reivindicar los buenos momentos de baloncesto que jugó el Barça la pasada campaña, aunque lamenta vivir «en una sociedad en la que el éxito se mide sólo por los títulos». Por eso, explica los motivos de su despido:
«Fuimos una montaña rusa. No supimos dar continuidad a esos momentos o estar finos en los partidos clave. Estoy orgulloso de la Copa del Rey que hicimos, pero no la ganamos por dos minutos malos ante un Madrid que ha dominado la década en este deporte. Contra el Olympiacos en el 5º partido de los playoffs hicimos un clínic en defensa, pero no estuvimos bien en ataque. No vendo humo, nos faltó la guinda y fuimos por momentos un muy buen equipo«.
Aún así, Grimau siente que fue fácil culparle a él de los males del Barça: «He sido un blanco fácil en general. Esos partidos pudieron empeorar la percepción que se tenía de mí, creando una pátina latente de desconfianza«.
Grimau también reconoce que no le será fácil seguir al Barça en estas primeras jornadas: «Me costará, sobre todo al principio. Me pasó también como jugador. No es por rencor. Es que soy muy del Barça y creo que mi sitio está allí«.
Quizás, por sentir que su sitio está en el Palau, no cierra las puertas a un regreso al Barça en el futuro: «No lo sé. Si es como entrenador otra vez significará que me ha ido bien, así que no estaría mal», reconocía Roger Grimau.
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