El título de la biografía de Sarunas Jasikevicius es “Ganar no es suficiente”. Toda una declaración de intenciones de cómo afronta el deporte, cómo quería jugar hasta su retirada y cómo quiere que sus jugadores afronten cada acción del juego. Real Madrid no ha podido llevar el partido a cierta ventaja o siquiera a disputar un final igualado que llevara al lituano a alguna duda.
En los tres primeros minutos de la final cambió a dos jugadores. A Pustovyi lo cambia quizás por la ausencia de Tavares en los titulares del Madrid. Pero a algunos de sus jugadores no les pasa ni una: Davis (por confianza), a Bolmaro y Martínez (por magisterio), a Pustovyi y a Oriola (por ser pívots) y en esta Fase Final a Abrines (por sonreír antes de tiempo, tensión para mantener precisión). Correcciones con la voz alzada, banquillazo y reflexión para luego volver a ponerlos a jugar tras chocarles la mano.
Dicen sus jugadores, incluso alguno con muchos títulos en su vitrina, que es verdad que les abronca, que les aprieta, que se pone muy intenso…Pero que siempre tiene razón en la corrección. Asumen que tiene que ser así, no hay el reproche que suele haber con el entrenador que solo tiene refuerzo negativo y amarguras. Están convencidos que este es el camino y están alineados en una situación ideal para el que los dirige. Están alerta, están dispuestos para cada rotación, cada bloqueo de rebote, cada finta defensiva, cada cambio defensivo a tiempo y achique de espacios para que las ventajas físicas del rival sean menos.
Y un poquito de flor. La única lesión importante con la que se ha presentado es la de Víctor Claver que es un “fichaje” defensivo excelente para lo que viene. Este título de la Copa del Rey son razones para seguir creyendo en una forma de comunicar, muy gestual, muy enérgica, muy de detalle defensivo.
En ataque en la final el gran hueco lo abrió Mirotic con tres situaciones de líder. Si Deck está en la conversación por el MVP, el montenegrino se conjuró a vérselas en el 1c1 de espaldas. Tres canastas de calidad, de talento, de giro. Y los tiros fallados del Madrid, los bien defendidos y los que fallaron solos.
Las dudas de la remontada no nata tienen que ver con un equipo que no duda en acciones de lógica, con un baloncesto que se juega en base a parámetros establecidos. Pero los partidos grandes y las finales tienen más aristas. Garuba defendiendo al base, cambiar en todo, Pablo Laso buscando trampas para conseguir que los suyos encontraran espacios que no había.
Quitarle presión a Mirotic hablando más de otras cosas, del equipo, de que Calathes le lea el ritmo y con un Higgins determinante. Quitar presión ha ayudado a lucir la precisión de Abrines (infalible, factor fundamental) y de Kuric (sus rizos mantuvieron a su equipo al final).
Jasikevicius en el primer título importante ha llevado a los suyos a creer 100% en postulados de esfuerzo, comunicación y dureza. Ganar no es suficiente, sino cada acción a tope de concentración y de acierto. Disfrutar del camino de la intensidad. Las cejas, los pómulos y las palabras de Saras les convencieron.
Foto: acb Photo
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
