No los del Madrid, los de los dos. Al campeón de Europa en Belgrado le hemos visto de menos a más, y es el peor rival posible. De hecho, en su furia competitiva, ayer pareció que ganar rápido las semifinal, le vino mal. Solo por el corte de la inercia, no por nada más.
Y a Baskonia, pues lo mismo. Le vimos poso ante el Barcelona, pese a que muchos consideren que el poderle a los de Pesic no es de halago. Pero sí que lo es, sí. Los de Pedro Martínez han ido mejorando hasta el punto de hace algo irrevocable en los Playoffs, que es ganar fuera de casa.
Lo hizo en una mezcla igual de carácter y talento. Si alguna de las dos te falla, el Madrid te gana. Punto. De verdad, parecía de inagotable talento Panathinaikos, pero no supo encontrar el corazón verde en Madrid. Y tampoco fue capaz de averiguar nada más del carácter de Zeljko Obradovic, la avispas del Fenerbahce en la final europea.
Pedro Martínez le ha ganado cuatro partidos seguidos al Real Madrid en las finales de la ACB, los cuatro últimos. Y con menos equipo, el año pasado salió campeón. Éste le sacó el carácter, su base es un canchero argentino, que habilitó a los tiradores –Timma tiene sangre y un gran teléfono móvil en el que se esconde para no atender a la prensa- y fue jugando exitosas continuaciones de cara al aro con los grandes.
De lejos la mayor virtud de Baskonia este año es decidir que su corazón lo marca Shengelia. En una multitud de jugadores de ramalazos y tamaños NBA, un georgiano criado en nuestro basket es el receptor de la última bola. La quiere, la asume y casi siempre, la pone en la red.
Con los pies de Shengelia en el suelo, debe asumir su parcela de mérito. A Baskonia le pasó lo mismo que a todos los equipos, que llega un momento en que el Real Madrid se despereza y nadie le aguanta. Se pusieron los blancos por delante tras recobrar el acierto en los triples y se vino lo mejor del partido.
Caía el Madrid, en casa, con Luka Doncic haciendo un mal partido, sobre todo en decisiones. No desesperen, que para uno malo ha habido 2 sublimes. Tampoco hagan malas sangres, ni crean que el Real Madrid está fuera de su camino. Qué va. Siempre decimos lo mismo, nunca conviene reaccionar más de la cuenta al primer partido de unos Playoffs.
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