La vida al revés. Eso deben pensar los aficionados del Estudiantes, que esta temporada han visto a su equipo ganar en casa ante el Barça y el Valencia, vigente campeón de Liga, y caer en choques a priori asequibles como el del GBC, el Fuenlabrada o el UCAM Murcia.
Tras vencer entre semana al campeón de Italia, el Reyer Venezia gracias a un milagro de Landesberg, los colegiales tumbaban al Valencia en un partido igualado que se resolvía en los últimos minutos (73-71). Lo hacía, precisamente, sin el héroe del último encuentro, baja por lesión, lo que obligaba a su, Edgar Vicedo, a dar un paso adelante.
Y lo daba, disputando uno de los mejores partidos de su carrera y rozando su primer doble-doble: 11 puntos, 9 rebotes y 18 de valoración. Especialmente destacada era su actuación atrás, un quebradero de cabeza para San Emeterio.
El internacional español lideraba a los colegiales junto a Alec Brown (15 puntos y triple clave) y a Goran Suton (15), que neutralizaban el gran final de Erick Green (13) y el partidazo de Tibor Pleiss (21+12), algo apagado en el último tramo del choque.
Aunque el Valencia llegaba a dominar por 11 puntos en el tercer periodo, el Estudiantes resistía y le daba la vuelta al choque en el último cuarto. Para Edgar Vicedo, la clave era «creer en nosotros mismos. Llevábamos muchos partidos con altibajos, en el tercer cuarto hemos tenido uno, pero hemos sabido volver a meternos en el partido».
En declaraciones a los micrófonos de Movistar Plus, el alero colegial afirmaba que «ganamos a los grandes, tenemos que intentar rascar también los nuestros», y se mostraba satisfecho porque «hemos intentado hacer nuestro trabajo, lo hemos conseguido y ahora queda disfrutar de la victoria».
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