Puedes encontrar este reportaje en la revista Gigantes del mes de noviembre de 2019 (Nº 1.490)
El baloncesto 3X3 será deporte olímpico en Tokio 2020 y Dusan Bulut (Serbia, 1985) quiere luchar por el único título que le queda por ganar en la especialidad de la media cancha. El slogan de la FIBA es “desde las calles a los Juegos Olímpicos”, definiendo a la perfección el recorrido del mejor jugador 3X3 del mundo. Nacido y criado en el asfalto de Liman, Novi Sad, Dusan quiere subir a lo más alto del podio olímpico, pues en el resto de competiciones es el rey. [Nota: en la última actualización del ranking mundial FIBA 3X3 antes de la edición de estas líneas fue relegado al segundo lugar, por detrás del letón Nauris Miezis, debido a su ausencia en el último Masters FIBA].
“Jugué basket tradicional en primera división en Serbia, Bosnia, Macedonia y Hungría. Fui máximo anotador en Macedonia y el segundo en Serbia, pero mi corazón siempre estuvo en las canchas callejeras y mi pasión era el streetball”, explica Bulut a Gigantes. “Siempre pasé veranos enteros en eventos de streetball y me identifiqué con la cultura callejera más que con el estilo de vida de los jugadores profesionales”. Y entonces algo hizo click y decidió perseguir su objetivo de vivir del otro baloncesto. “La primera vez que escuché que alguien era profesional del streetball fue en la final del King of the Rock en Alcatraz. Conocí a jugadores y vi que eran profesionales. Cuando Baby Shaq [Hugh Jones] levantó el trofeo y fue considerado el mejor del mundo, quise ser igual”.
Man on a misión
Como el estribillo de la canción Man on a Mission de Oh The Larceny, Dusan era un hombre con una misión. No necesitaba permiso de nadie y no paró hasta conseguir su meta. “Cuando tuve la oportunidad de convertirme en profesional de 3×3, no miré atrás”, nos confiesa. Dejó el baloncesto 5×5 “porque quería conseguirlo todo en este viaje que acaba de empezar”. El circuito FIBA 3×3 se lo puso en bandeja. Hoy hablamos del jugador que prácticamente ha estado en el primer puesto en el ranking FIBA desde su creación, y que ha hecho del baloncesto callejero su forma de vida. “Tuve que pelear al principio, pero por eso sabe tan bien ahora”. Y nos viene otra vez la canción anteriormente citada: “Sangrar hasta que consiga este sueño / Construir algo nunca visto / Incluso en lo más alto de la montaña / Nunca jamás voy a parar”.
Dusan Bulut alcanzó el éxito muy pronto. En 2012 se coronó campeón del mundo con Serbia, pero dos años después Qatar relegó a su equipo a la medalla de plata. Fue la bofetada de realidad necesaria para cambiar el chip y dedicarse en cuerpo y alma a recuperar el trono. Se puso en plan beast mode, lideró a Novi Sad al título del FIBA 3×3 World Tour en 2014 y 2015 y se presentó con la confianza al máximo en el Mundial de 2016, derrotando a Estados Unidos en la final. Cuando fue entrevistado tras el partido, Bulut parafraseó al carismático/polémico artista marcial Conor McGregor: “¡Sorpresa, sorpresa! ¡Los reyes han vuelto!”. El MVP había hablado.
Ya desde lo más alto, Bullut Proof siguió reinando con las medallas de oro en los Mundiales de 2017 y 2018, la de plata del Europeo de 2017, las de oro de los Europeos de 2018 y 2019 y otros dos títulos en el FIBA 3×3 World Tour de 2018 y 2019. Si este texto perteneciese a un medio angloparlante, ya habrían salido a relucir las siglas G.O.A.T., Greatest Of All Time.
Situación de Dusan Bulut y la Big 3
Bulut es uno de los culpables de que el circuito FIBA 3×3 esté en el mapa, siendo su abanderado durante años. Sin embargo a la propia federación internacional no le hizo gracia que el serbio quisiera ampliar sus miras y seguir creciendo al jugar en la liga profesional de 3×3 del rapero Ice Cube, la famosa Big3, en la que prácticamente todos sus jugadores tienen pasado NBA. El mensaje fue claro: si participaba en la Big3 no sería elegible para Tokio 2020, debido al sistema de puntos y clasificación del ranking de la federación internacional. Dusan abortó misión y rechazó la oferta. “Si hubiese ido a la Big3, habría metido en problemas a mi equipo y mi selección según las reglas de la FIBA. Como líder que soy, no puedo anteponer mis objetivos personales a los de mis equipos”, nos confiesa. “Fue triste que no pudiésemos llegar a un acuerdo mutuo para estar en la Big3 y seguir jugando los torneos FIBA antes y después de la temporada. Creo que todo el mundo habría salido ganando”.
Aunque Dusan Bulut se niega a cerrar del todo la puerta al profesionalismo en Estados Unidos, los cinco aros tienen mucho peso entre sus objetivos. “Los Juegos Olímpicos son un sueño para cualquiera. Es muy importante para mí, especialmente porque estaba allí cuando todo esto empezó, en las calles. Espero que mi camino y el de la Big3 se vuelvan a cruzar. Pero ahora mismo tengo que seguir las reglas y clasificar a mi equipo para Tokio”, admite el jugador serbio. “Pero me veo en la Big3 en un futuro próximo y se convertirá en mi meta principal muy pronto”. ¿Después de colgarse el primer oro olímpico 3×3?
Puedes encontrar este reportaje en la revista Gigantes del mes de noviembre de 2019 (Nº 1.490)
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