ADIV nació con el propósito de llenar un vacío histórico en la provincia de Valencia: establecer una escuela de baloncesto en silla de ruedas que permitiera a personas con discapacidad practicar deporte e integrarse en una comunidad.
Su incursión en la Universidad Politécnica de Valencia bajo el proyecto UPV IN ha impulsado definitivamente una idea que además promueve actividades inclusivas y no puramente competitivas.
Uno de los ejemplos de su labor es la historia de uno de sus jugadores, Óscar, cuya vida cambió drásticamente tras un violento incidente sufrido hace una década. Hoy se encuentra totalmente integrado en la liga nacional de BSR y ha completado cursos de capacitación para convertirse en comercial profesional.
Los inicios de ADIV fueron modestos, con dos sillas donadas por el CD Zuzenak de Vitoria, una cedida por Relevo Paralímpico y otra donada por la empresa Alarmas ADT.
Sin embargo, a lo largo de los años contabilizan ya más de 50 exhibiciones y jornadas de sensibilización, llegando a más de 5000 estudiantes valencianos y sacando el baloncesto en silla de ruedas a las calles con el circuito 3×3 BSR y la organización de eventos destacados como el primer Campeonato de España 3×3 en Puerto de Sagunto y el Campeonato de España Caixabank u22 en Godella.
Hoy pelean por devolver el baloncesto en silla de ruedas de la capital del Turia a la Primera División nacional, mientras visibilizan su labor para dar entrada a cada vez más personas que desde sus categorías de formación garanticen el futuro de esta modalidad.
